El Sevilla FC ha conseguido este jueves su tercera victoria oficial de la temporada en la ida de la Q3 de la UEFA Europa League. Un partido para el que Pablo Machín planteó un once algo condicionado por la disputa el próximo domingo de la Supercopa de España en Tánger y en el que sólo se pudo lograr un tanto de ventaja de cara a la vuelta del próximo jueves en Vilna. Banega, a diez para el descanso y de falta directa, hizo el único tanto del choque. Aunque hubo ocasiones de sobra para haber logrado un marcador más holgado, es justo decir que el Zalgiris también dio un par de sustos que resolvió con acierto Vaclik. Dentro de siete días y una vez pasada la cita ante el FC Barcelona, tocará dar la cara en Lituania para certificar el pase al play-off.
Quiso testear desde el principio el equipo sevillista el nivel de su rival, lo que le llevó a irse arriba muy pronto y casi no dejar respirar en su propio campo a los jugadores lituanos. Así, en el primer cuarto de hora se sucedieron numerosas ocasiones que no acabaron en gol por la precipitación en unos casos y la falta de puntería en algunos otros. Banega fue el primero en probar a Bartkus con dos disparos desde fuera del área, mientras que Nolito, poco después, probó al meta desde la frontal con un disparo que salió despejado lamiendo el larguero. Atrás, mucha seguridad con el canterano Berrocal y el siempre atento Gnagnon, ambos escoltados por el capitán Carriço. Cuando robaban, a los de Urbonas les costaba hilvanar juego de ataque y eso permitía estar tranquilos a los sevillistas.
El Zalgiris se vio superado por la presión sevillista al inicio, pero poco a poco fue saliendo a flote
Eso sí, mediado ya pasado el primer cuarto de hora las aguas parecieron calmarse y se dio pie a un fútbol más propio de la pretemporada, en el que los visitantes seguían sin inquietar pero que permitía menos fluidez sevillista, por mucho que Aleix Vidal y Pejiño siguieran creando juego desde la banda derecha. Todo ello quedó interrumpido por el balón parado, pues una falta cometida sobre Amadou en el borde del área la aprovechaba Banega a diez para el descanso para convertir el 1-0. Quizás cuando menos lo merecía el Sevilla se ponía por delante, aunque por méritos globales la ventaja seguía antojándose incluso corta. Eso sí, al borde del descanso los bálticos espabilaron y tuvieron dos acercamientos aprovechando errores del Sevilla atrás. Sin embargo, ni Simkovic con un complicado remate ni luego Ogana mano a mano con Vaclík, aprovecharon su oportunidad.