El Sevilla FC no es bisoño en finales. Ha disputado 17 y ha ganado nueve en el siglo XXI, de los 12 títulos que tiene en sus vitrinas, al margen de la Liga. Pocos clubes atesoran el palmarés sevillista en la presente centuria. Y pocos, asimismo, se las han visto con el FC Barcelona en finales a partido único (5), además de las dos citas -ida y vuelta- ante los azulgranas en 2010 y 2016 en la presente Supercopa de España. En ambas fue derrotado el cuadro hispalense, aunque en la de 2010 -en Nervión- ganó 3-1 en la ida, para luego caer por el global de 5-3. La historia recuerda además que dos de las últimas tres finales de este duelo en la cumbre del fútbol español, los contendientes han sido los mismos, Sevilla FC y FC Barcelona, reflejo de que los nervionenses son asiduos a la élite y, por tanto, hay que contar con ellos, pese a las dificultades que siempre entraña ganar un título. Pero ¿cuántos viven esta fiesta futbolística?
Al margen del único título celebrado por el Sevilla FC ante los culés a partido único (3-0, en 2006 en la Supercopa de Europa y el evocador 5-4 con prórroga de Tiflis), las tres citas más recientes entre ambos conjuntos fueron en la final de la Copa del Rey en 2016 (2-0, con prórroga), Supercopa de España en 2016 (5-0 global) y la final copera de este año 2018 (5-0) de ingrato recuerdo. Encuentros que deben servir sin embargo como acicate para intentarlo de nuevo, afrontar el reto con orgullo y competir al máximo nivel, al tratarse de duelos históricos a los que cuesta mucho acceder. El Sevilla está ahí. Es más, la imagen ofrecida por los sevillistas en la última final de Copa -que dio el billete a este nuevo envite- es el mejor estímulo para pelear la victoria. El fútbol siempre ofrece una nueva oportunidad y el Sevilla de Pablo Machín está en puertas de poder engrandecer su palmarés.