Tras dos jornadas consecutivas disputadas lejos del Estadio Jesús Navas, el filial sevillista regresaba a su casa tras encadenar tres derrotas seguidas, unos resultados que hacían del encuentro frente al Atlético Sanluqueño un choque vital por salir de la zona baja de la tabla. Con una revolución en su once, Luci Martín afrontaba el encuentro que tenía como novedad la vuelta de Genaro.
Desde su comienzo, el primer envite sería dominado por el conjunto hispalense. Chris Ramos daría el primer aviso con un fuerte disparo raso desde fuera del área que obligaba a Dani Barbero a realizar una gran estirada. El guardameta visitante sería el jugador más destacado del conjunto gaditano a lo largo del partido gracias a sus numerosas intervenciones.