El Sevilla FC ha encajado este domingo una dolorosa derrota ante el Athletic Club a domicilio. Las entrenadas por Paco García y Sergio Jiménez, que llegaban en última posición tras los resultados de sus rivales más directos, se mantienen en la misma tras no sólo no sumar puntos, sino encajar también la mayor goleada de los dos últimos ejercicios futbolísticos (la pasada campaña el FC Barcelona fue el único que le supo marcar un 5-0 en contra). Concretamente, desde abril de 2015, cuando las culés se impusieron por 8-0.
El encuentro quedó visto para sentencia en el primer acto. A los siete minutos, Erika Vázquez aprovechó una mala salida de Noelia Ramos, que no se entendió con su defensa. para batir a la tinerefeña. Tras esa diana, el conjunto nervionense se intentó estirar, pero fueron las locales quienes siguieron llevando el peligro sobre el área de la propia Ramos. Prueba de ello fue la efectividad de Erika, que hizo su doblete particular antes de la media hora tras un disparo que pegó en el palo incluso antes de introducirse en las redes del equipo andaluz. Sin tiempo para la reacción, tres minutos más tarde llegó el tercer tanto rojiblanco merced a un cabezazo de la que fuera jugadora sevillista en los primeros años, Vanesa Gimbert culminando un saque de esquina. Con ese marcador se llegó a un descanso necesario, pero tras el que la sangría continuó haciéndose patente en forma de más goles.
En ese regreso de los vestuarios se produjo la primera sustitución del cuadro hispalense al dar entrada los técnicos a Amparito en lugar de Vicky Benítez. En ese arranque del segundo periodo se vivieron minutos de máximo agobio traducidos en dos nuevos goles del Athletic Club. Nekane Diez logró hacer también su doblete, el primero tras un remate con claridad en el área pequeña en el 48', misma ejecución que el quinto tanto que materializó en el 52'. Tres minutos más tarde, Lucía García hizo el sexto tras una jugada de bella factura donde se deshizo de su marca con un sombrero en la frontal del área y anotó por la escuadra de la meta sevillista.
La de este domingo es la derrota más abultada de estas dos últimas temporadas