10 de mayo una vez más. Trece años después... Pero como si fuese ayer. Trece veces 365 días desde que la gloria blanca y roja alcanzara su cénit en el país de los tulipanes. Después del eterno gol de Antonio Puerta ante el Schalke, el que abría el camino a la gloria, el Sevilla FC se plantó en Eindhoven con la ilusión y el sueño de hacer de aquella noche algo inolvidable, algo que, por ejemplo, trece años después, cada sevillista sea capaz de recordar sin olvidar un solo detalle de todo lo que sucedió en el Philips Stadium ante el Middlesbrough inglés. Cada trocito de un miércoles del mes de mayo de 2006 que pasaría por siempre a la historia del club de Nervión.
Luis Fabiano, que se coló en el once en lugar de Kanouté tras un año muy discutido, se convirtió en pieza decisiva en un encuentro en el que tuvo una actuación estelar, abriendo el marcador en el minuto 27 con un certero cabezazo. Enzo Maresca fue otro de los jugadores clave, colocando el 0-2 y el 0-3 en el luminoso, que acabaría finiquitando el propio Kanouté a poco del final para acabar colocando en cada rostro sevillista las lágrimas de alegría y emoción que tanto tiempo llevaban ocultas y que ya no podían guardarse un solo segundo más. ¡¡¡El Sevilla FC era campeón de la Copa de la UEFA!!!
Luis Fabiano, Maresca y Kanouté golearon aquella noche en Eindhoven, donde el hoy capitán Jesús Navas formó parte del once
Juande Ramos alineó a Palop, Daniel Alves, Escudé, Javi Navarro, David, Martí, Maresca, Adriano, Saviola, Luis Fabiano y al gran superviviente y hoy capitán del Sevilla Jesús Navas. Realmente es como si no pasara el tiempo, pues ahí sigue el palaciego recorriendo kilómetros en la banda derecha como en aquellas temporadas. Renato, Puerta y Kanouté entraban desde el banquillo a participar también en ese encuentro en que los nervionenses dominaron de principio a fin a un conjunto inglés que no encontró respuesta alguna al juego blanquirrojo.
Desde aquella noche inolvidable, muchas otras para felicidad extrema del sevillismo llegaron. Eindhoven, el 10 de mayo del año 2006, abrió un camino incesante de crecimiento elevado a la enésima potencia que acabó hasta en ocho ocasiones más hasta la fecha con un capitán del Sevilla FC alzando una copa a los altares. Quedaba pues, abierta, la Puerta del cielo.