Cuando para el segundo penalti, aseguró creer en la capacidad de Kevin Gameiro para resolver la cita y llevar la Europa League a Sevilla por tercera vez: "Sentí que lo dejaba todo para que el compañero pudiera terminarlo. La sensación con ese penalti de Rodrigo fue apuntar el dedo hacia mis compañeros y decir que eso era para ellos. Cuando vino Gameiro caminando hacia el punto de penalti lo miré y dije para mi interior que era nuestro, porque sabía de su sangre fría y que lo iba a marcar".
"Unai siempre nos decía que la copa la ganaría quien más la quisiera y el Sevilla fue quien más lo demostró"
A efectos de catalogar méritos en aquella hazaña, el capitán sevillista valoró que no fue únicamente mérito suyo, sino de todos: "No es la Europa League de Beto, es la Europa League del Sevilla. Obviamente cada final tendrá un protagonista o dos, pero el gran secreto del Sevilla siempre ha sido colocar al colectivo por encima de individualidades. La semifinal con el gol de M'Bia es muy impactante, pero todo se debe al colectivo debido al recorrido difícil, largo...Unai siempre nos decía que la copa la ganaría quien más la quisiera ganar y el Sevilla siempre fue el que más lo demostró, por eso creo que todo el mundo la quiso mucho y la trabajó mucho. Grada, banquillo, utilleros...luego han sobresalido las partes individualidades pero no creo que fuera la Europa League de nadie, sino del Sevilla".
Desde la satisfacción y alegría de demostrar que se podía conseguir algo grande, Beto apuntó también que antes de aquella gloriosa tanda en tierras italianas tuvo su importancia aquella remontada en el Euroderbi: "Han sido muchas las tandas de penaltis y siempre siento lo mismo. En una final estás luchando por el trofeo pero precisamente ese año, por el recorrido y por los partidos difíciles, la remontada en el Villamarín y esa tanda...no te voy a decir que tuviera la misma importancia que una final, pero sí tuvo su importancia, porque sin esa remontada y esos penaltis nunca hubiéramos llegado a Turín. Te pasan muchas cosas por la cabeza, se trabajó tanto por llegar a esa tanda que sentía que me tocaba a mí darlo todo para obtener esa alegría en la eliminatoria".
"El sevillismo es exigente, pero sabe valorar la entrega"
El luso siempre tuvo en la cabeza la posibilidad de poder luchar por títulos: "No sé si me esperaba ganar títulos, pero en la cabeza siempre te lo planteas. Cuando salí del Sporting de Braga y ya luego jugamos la semifinal de Copa ante el Atlético, no me dio tiempo a pensar en qué iba a hacer en el Sevilla, pero sí en la oportunidad. Ya cuando volvimos a Sevilla hablé conmigo mismo y me dije que qué era lo que quería a partir de ahora, con la idea de ganar títulos en el Sevilla y pasar el límite y decirme que sí podíamos ya que era estaba en un gran equipo. Ha habido mejores partidos, peores partidos, pero siempre sentí que lo di todo por el Sevilla".
Reconociendo que siempre vivió los grandes momentos con emoción acordándose de las dificultades para lograr las metas, así como también de su padre, afirmó que el cariño del sevillismo se siente como un título más: "Ese es de los primeros títulos que el futbolistas consigue cuando llega a un club nuevo. Buscar cautivar a la entidad con tu rendimiento y también a la afición. Son los que te apoyan, son los que se desplazan haciendo sacrificios económicos...además los sevillistas son como son. Más que cantar tu nombre la clave es ganarse el respeto y eso se gana con trabajo. El sevillismo es exigente pero sabe valorar la entrega, el espíritu de sacrificio...y eso me pasó a mí desde primera hora".
"Estoy contento de ver al Sevilla siempre queriendo ganar"
El portero campeón en Turín, que también hizo referencia a su fácil adaptación y de nuevo a la unidad de aquella plantilla, también fue cuestionado por el momento actual del equipo nervionense, ante el que solo existen elogios: "Es un Sevilla un poco diferente al nuestro. Tiene otro tipo de futbolistas, otro tipo de entrenador, pero creo que lo que siempre se siente desde fuera es que el Sevilla siempre ha tenido un ADN, una identidad de equipo de casta y coraje. Un equipo que lo da siempre todo, con diferentes estilos de juego, pero que siempre pelea por ganar hasta la muerte. Ahora pelea con presupuestos que están muy por encima y eso se debe a la estructura sólida del club en la actualidad y de cara al futuro. Es un proyecto para ilusionar a los aficionados, el ir a por más desde la progresión. Estoy contento de ver al Sevilla siempre queriendo ganar".
Para cerrar, más allá de comentar su situación en Turquía y el deseo de venirse a vivir a Sevilla cuando finalice su carrera, se refirió a la portería actual del que fuera su equipo: "Vaclík es un buen portero, transmite esa seguridad y hace un buen trabajo. Está dentro de los parámetros de un portero del Sevilla, tiene una influencia muy grande, da puntos, al igual que el resto de porteros y que hacen que el equipo esté muy bien protegido en este sentido".