Marcos Martín de la Fuente jugó en el Sevilla FC entre 1991 y 1997. El mallorquín coincidió con Maradona en su temporada como nervionense y por ello se le empezó preguntando este viernes en Solo el Sevilla de SFC Radio: "Desde la perspectiva de jugador, yo tenía 13 o 14 años cuando lo vi jugar el Mundial de 1982. Había sido un ídolo durante toda mi carrera. Personalmente es muy gratificante que de un día para otro que te digan que vas a compartir vestuario con un ídolo de tu infancia y con el jugador más relavante de los últimos 15 años. Personalmente, recuerdo el impacto que tuvo sobre mí aquella noticia. Debe ser muy parecido a cuando un niño conoce a su ídolo".
Eso sí, reconoce su sencillez en el trato: "El primer impacto es en ese momento, pero luego la persona y el compañero trascienden a esa figura mediática. Para mí, con el pasar de los días, lo más importante en lo personal era la normalidad que él tenía. Era sencillo y tenía un comportamiento muy natural y un trato muy cercano con los compañeros. A veces era gracioso vivir esos momentos con una persona muy sencilla. Su trato era más cercano que el de otros jugadores que no han tenido su misma trascendencia".
"Maradona tenía un comportamiento muy natural y era sencillo en el trato"
En cuanto a los derbis, reconoce que necesitó una adaptación: "Son partidos muy especiales. Yo quizás no estaba mentalizado cuando llegué a Sevilla para las cosas que me podían suceder. Se juega en muchos sitios: en los bares, en los restaurantes, en las tiendas, con los amigos... El último lugar es en el campo y luego el pospartido, que se vuelve a jugar en todas partes. Al principio me parecía chocante desde donde yo venía, Mallorca. Me chocaba la rivalidad deportiva tan acérrima que había. Que ya el lunes el frutero bético te dijera que esa semana las manzanas no iban a ser tan buenas... Luego cuando empiezas a saborearlo lo entiendes perfectamente y te ves dentro".
"Al principio me costó entender la rivalidad del derbi, pero luego te ves dentro"
Obviamente, cree que el partido del día 11 perderá mucha salsa en las actuales condiciones: "Hemos tenido de escaparate la Bundesliga y el otro día vimos un partido interesante pero muy descafeinado sin la grada. En un Sevilla-Betis, el colorido y el ambiente que se producen es muy importante. Quedará deslucida una gran parte, pero por suerte la competición se pone en marcha".
Para terminar, reconoce que no solo sigue al Sevilla por sentimiento: "Me gusta ver jugar a este Sevilla. No solo por el sentimiento cercano que me une, sino futbolísticamente. Es un equipo que puede jugar bien aunque como todos ha tenido sus altibajos. Me ha gustado por la intensidad y por muchos otros aspectos".