El Sevilla FC quiere seguir haciendo historia de la grande en la máxima competición de clubes del mundo. Es cierto que los nervionenses nunca han ganado un partido oficial en Inglaterra en las visitas que contempla la actual Liga de Campeones. Ahí están las derrotas frente al Arsenal (3-0) en la 07/08, el Manchester City (2-1) en la 15/16 y el Leicester (2-0) en la pasada 16/17. Sin embargo, no es menos cierto que en los tres últimos duelos oficiales ante equipos ingleses en esta competición no han perdido ninguno de los tres.
Todavía en la retina del sevillismo está fresco el recuerdo de su doble cita en la fase de grupo de este año frente al pujante Liverpool de Klopp. El 13 de septiembre pasado (junto hace este martes seis meses) le sostuvo el pulso en Anfield remontando con gol de Correa el resultado adverso que había abierto Ben Yedder; 2-2. En la vuelta en Nervión, se volvió a vivir otra página mágica e inolvidable al igualar 3-3 el 0-3 de los ingleses al descanso, con goles de Ben Yedder (2) y Pizarro en el descuento. La frase más repetida de las crónicas de entonces fue: el Sevilla tiró de orgullo.
Los tres duelos este año ante equipos ingleses en la Champions terminaron en empate, dos de ellos a goles, el tanteo que clasifica al Sevilla
A dicho cruce se unió el pasado 21 de febrero, el encuentro estelar ante el Manchester United -primer duelo oficial entre ambos clubes- en el que los de Montella no sólo mantuvieron el tipo, sino que merecieron ganar al menos por la mínima. El 0-0 final certificó que todo se jugaría en Old Trafford. El Sevilla no ganó, pero tampoco perdió. Aval que justifica calibrar que, con orgullo y con pegada, el pase es posible. Le vale empatar a goles, aunque el reto es ganar.