Era cuestión de tiempo, porque ningún equipo es infalible a lo largo de toda una temporada. 16 jornadas acumulaba el Sevilla Atlético sin conocer la derrota y a la número 17 se quebró la racha. Curiosamente ocurrió en casa y ante un equipo que venía en dinámica negativa, pero esas son las cosas del fútbol y de la complicadísima Segunda B. Antonio Núñez, en el segundo y último tiro a puerta del partido para los onubenses, se escapó por la izquierda para batir cruzado a José Antonio. Quedaba mucho, casi toda la segunda parte, pero no hubo forma de materializar la réplica.
Las cartas que iba a jugar cada equipo estaban muy claras. El Recreativo venía a mantener su portería a cero a sabiendas de la dificultad de sumar en el Viejo Nervión. Si además se podía cazar alguna contra, miel sobre hojuelas. En ese escenario, Diego Martínez planteó a un filial dominador, con la posesión como pilar básico y sin precipitaciones. Por ello, aunque llegaba con asiduidad en el inicio, al filial le costaba encontrar huecos para crear peligro. No es de extrañar, por ello, que las más claras en la primera parte llegaran a balón parado. La más peligrosa, una falta directa de Ivi al cuarto de hora que lamió el larguero. Ya en el 33, nuevo disparo del madrileño que rechaza un defensa para que Borja Lasso, al que le cayó el balón inesperadamente, cabecease alto.