De nuevo un clásico de Primera en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el 73º Sevilla FC-Atlético de Madrid de Liga. Cita -por muchos motivos- de las más atractivas e ilusionantes que el fútbol pueda ofrecer en la actualidad. Hay un aliciente añadido -aunque secundario al ser octubre- el hecho relevante de que esta vez está en juego el liderato de la Liga, que refleja de forma clara el nivel del encuentro y representa prestigio para la entidad nervionense: codearse de tú a tú con un grande del fútbol. Prestigio y un ‘aquí está el Sevilla’ para medirse con los que viven en lo más alto de la tabla. Siempre con humildad y con los pies en el suelo, pero valorando dónde se está, con un objetivo por bandera: hacer disfrutar a su gente, al sevillismo.
Altura de miras por bandera: codearse con un grande de la Liga y hacer disfrutar al sevillismo
El compromiso es el más difícil y complicado que pueda abordarse en este momento. Pero si se le ha ganado en estos años a los dos grandes por excelencia, Real Madrid y Barcelona, es también abordable el reto de ganar por primera vez al Atlético de Simeone, enésimo paso para seguir creciendo con convicción. En Nervión -en Liga- los sevillistas han empatado a cero y a uno ante los del Cholo, cosechando tres derrotas: 0-1, 1-3 y 0-3, ésta última en agosto de 2015. La 6ª cita liguera en casa, con dos argentinos en los dos banquillos (Simeone y Sampaoli) y jugadores compatriotas en sendos bandos, ofrece un sugerente plato futbolístico que hay que disputar. Ambos rivales tienen argumentos para elegir si esperar o salir al ataque, o las dos cosas, según el desarrollo del juego.