El estadio de Riazor - de buenos recientes recuerdos- acogerá este sábado al mediodía un ilusionante Deportivo-Sevilla FC en una nueva cita liguera. Los de Sampaoli -en la estela de los grandes- viajan a Galicia con la convicción de dar un paso adelante y seguido en el objetivo de mantener el ritmo competitivo de los mejores. Es evidente que, además de hacer frente a los equipos de postín, la necesaria cadencia competidora obliga a sumar de tres en tres en los campos de rivales en teoría inferiores donde demostrar con juego y goles esa superioridad. En este sentido, junto al basamento sólido del fortín nervionense, las metas se logran dando también la talla en las citas a domicilio. Es un campo además propicio, con dos derrotas en 13 citas o sin perder en Liga en los últimos nueve duelos. Ese es el camino a seguir para no perder comba y responder a unas emergentes expectativas.
Dar la talla a domilicio, vital para mantener la candencia competidora y repetir victoria foránea
La visita a Riazor, tras el empate en Gijón y el tropiezo ante el FC Barcelona en casa, se antoja esencial para retomar las mejores sensaciones y confirmar con una buena pegada arriba el juego desplegado en los últimos partidos disputados. Hay que volver a la senda del triunfo a domicilio. Los sevillistas suman ante los gallegos en Liga cinco empates y cuatro victorias sin caer derrotados. En concreto, en terreno coruñés, el Sevilla ha enlazado cuatro encuentros sumando puntos y haciendo goles, esa ansiada contundencia rematadora. En el recuerdo, 3-3, 0-2, 3-4 y 1-1, este último tanteo -hace un año- con gol de Iborra, que igualó el de Lucas Pérez, e inició la remontada del mal comienzo de Liga del curso pasado.