Como ya es casi habitual en esta última década en cada mes de mayo, la primera plantilla del Sevilla FC se dio un verdadero baño de multitudes en las calles del centro de la ciudad, principalmente en la Puerta de Jerez, ofreciendo una nueva conquista a su afición. Momentos de verdadero éxtasis se vivieron desde que el autobús descapotable de la plantilla a su entrada por la calle San Fernando, intensificándose todas las emociones cuando el autobús hizo su parada de rigor ante la Fuente de Sevilla. Decenas de miles de sevillistas hacían del lugar un hervidero de pasión. Los jugadores bajaron a la fuente y Coke y Carriço subieron hasta la estatua para colocarle una bufanda y una bandera al son del "campeones, campeones" que emergía de las gargantas de una afición rendida a sus ídolos. Los jugadores, algunos de ellos perplejos, sacaron sus teléfonos móviles y comenzaron a inmortalizar un momento mágico, que no fue más que el primero de los muchos que quedaban por llegar en un nuevo día de fiesta para el sevillismo.