Es un viaje distinto. Por muchas cosas. Lo es porque se llega a Madrid para jugar una semifinal, por supuesto. Lo es también por ser la primera vez esta temporada en Copa en la que el equipo se desplaza la tarde antes. Y lo es por haberlo hecho con los tres refuerzos invernales llegados hasta el momento: Arana, Layún y Roque Mesa.
Así que el equipo, en una primera etapa, se ha acercado este martes un poco más a Butarque, donde todo sigue, o donde todo empieza. Dos últimos duelos. Solo uno seguirá adelante. Así que el sueño de una nueva final arranca este miércoles en el casa del CD Leganes, que aguarda ilusionado el envite. Ahí, como mínimo, van empatados. En el vestuario sevillista tienen muy claro lo que se juega. Y quieren ir a por todas. Se nota en este viaje.
En las visitas coperas a Cartagena, Cádiz y a Madrid (el partido en el Metropolitano fue a las siete de la tarde), el club de desplazó el mismo día del partido. Pero un mensaje para los supersticiosos que anden nerviosos ante el dato anterior: el Sevilla descansa en el mismo hotel donde lo hizo en la previa de la victoria 1-2 ante el Atlético de Madrid en el resurgir sevillista.
De momento, el Sevilla pasa la noche en Madrid, cerca de la Castellana, a unos 24 kilómetros del estadio pepinero. Este miércoles por la tarde será la segunda etapa. La definitiva. Será tras la merienda y la última charla de Montella. Todos al bus y a Butarque. Y a jugar.