Dos semanas sin LaLiga dan para mucho, más aún si el partido más inmediato, con tantos días por delante, es el que enfrenta a los dos primeros equipos de la clasificació en el arranque de la jornada. El Sevilla FC visita esta noche el Camp Nou con el privilegio de ser el mejor equipo de la competición tras las primeras ocho jornadas, pero también ha dado tiempo de sobra para comentar que el escenario del encuentro no es precisamente el que mejor se le ha dado en los últimos años. Mucho se ha comentado, con entrevistas incluso a los protagonistas de aquella gesta, que la última victoria liguera del Sevilla en territorio azulgrana data nada menos que de hace 16 años.
En esos más de tres lustros, el equipo ha crecido en todos los ámbitos de forma sideral con respecto a aquel recién ascendido conjunto que goleó a un FC Barcelona en crisis, pero no ha sido capaz de vencer en el torneo de la regularidad en ese estadio. También sale a relucir recurrentemente la estadística de que Leo Messi tiene a los sevillistas como su víctima más propicia, algo que tiene por cierto mucho que ver en que no haya habido forma de hincar el diente en el Camp Nou. Ahora queda ver si toda esa teoría y esa oportunidad de la que tanto se habla para romper el maleficio, se hace realidad sobre el césped.
Aunque el crecimiento desde 2002 ha sido descomunal, desde entonces no se ha podido conquistar el Camp Nou en LaLiga
El equipo llega a la cita, además, en condiciones muy positivas para lo que había sido la enfermería antes del parón. Con Gonalons y Amadou ya ejercitándose en solitario pero aún sin opciones de reincorporarse, el que vuelve a estar a disposición de Pablo Machín es Gabriel Mercado. Una pieza sin la que, junto a Sergio Escudero -casi recuperado-, difícilmente se entendía un Sevilla solvente atrás, pero cuya ausencia, por suerte, no ha supuesto precisamente ningún descalabro para el equipo. Ahora se suma a una defensa en buen momento, por lo que será labor del técnico elegir a los que mejor considere para una empresa tan exigente. Por lo demás, el calendario FIFA no ha sido especialmente virulento con los representantes blanquirrojos, ya que sólo Kjaer y Promes tuvieron minutos con sus selecciones esta semana.