UN PREMIO INESPERADO

El pasado domingo en la ciudad deportiva no toda la atención estuvo sobre el terreno de juego, también en la grada. La escena era digna de admiración. Dos pequeños sevillistas animaron sin parar durante los noventa minutos del filial ante el Almería B, coreando con fuerza los cánticos nervionense sin cesar en el empeño. Ellos dos eran los únicos que ocupaban la grada que está tras la portería opuesta a los vestuarios del primer equipo sevillista. Como apenas unos doscientos aficionados presenciaron el partido, a los chicos, que se ganaron el cariño de toda la grada, se les oía nitidamente.

Sin duda, a los jugadores del Sevilla Atlético les llegó el mensaje de los pequeños y correspondieron en el campo con una meritoria remontada. Pero el único premio no fue la victoria de los de Diego Martínez, también el presidente del Sevilla FC, José Castro, se percató desde el palquito en el que presenciaba el partido de la incondicional y admirable contribución de los pequeños para llevar en volandas al filial, y quiso premiarles de forma improvisada con una camiseta del Sevilla FC para cada uno. Un premio inesperado y merecido para unos chavales que dejaron claro que los cánticos sevillistas tienen el futuro asegurado.