Así es el fútbol y más si cabe la Segunda B. El Sevilla Atlético sufrió este domingo su tercera derrota de la temporada ante un CD San Roque que acumulaba nueve jornadas sin ganar. Hubo ocasiones para que el guión fuese muy distinto, pues aunque se quedó con diez al inicio de la segunda parte tras la expulsión de Carlos Fernández, el filial fue mucho mejor en inferioridad. Antes, en la primera parte, los leperos se habían adelantado con un desgraciado autogol de Martínez. Ya en la recta final, sentenció Bonaque.
Pese a que el terreno de juego no estaba precisamente en las mejores condiciones posibles, el que empezó avisando fue el filial nervionense. Lo hizo a los ocho minutos, con un remate forzado de Borja Lasso a centro de Ivi que se marchó por encima del larguero. Poco después era Curro el que obligaba al meta Bocanegra a intervenir, con un disparo desde el punto de penalti pero algo centrado. A partir de ahí el partido se volvió algo más previsible, y pese a que eran los franjirrojos quienes querían el balón, éste desapareció de las áreas.
Hubo que esperar a que se cumpliera la media hora para que Luis Lara, con un disparo potente, le diera el primer aviso a José Antonio, que despejó a córner. Sin embargo, dos minutos después iba a llegar la peor noticia posible. Un centro de Mena sin aparente peligro llegaba al área, donde una indecisión de la zaga acabó con un rebote en la rodilla de Martínez, que no pudo evitar que el balón se alojara en la portería. Tocaba remar a contracorriente y lo cierto es que el filial pudo irse al descanso en tablas. Justo al borde del descanso, tanto Carlos como Curro la volvieron a tener, pero no consiguieron reestablecer la igualdad.
El filial mereció la igualada antes del descanso