Lo ha vuelto a hacer. El Sevilla Atlético ha conseguido un magnífico -aunque ni mucho menos definitivo- resultado para intentar lograr, dentro de siete días, el ascenso a la Segunda División. Un golazo de cabeza de Diego González poco antes de la media hora abrió una eliminatoria que se presumía de pocos goles. Tras el tanto reaccionaron los locales, pero la una vez más inexpugnable zaga sevillista hizo imposible la igualada. En la segunda parte el filial volvió a sentirse cómodo, pero es cierto que en la recta final los ilerdenses se volcaron arriba y crearon peligro. Eso sí, no el suficiente como para evitar el triunfo nervionense.
El partido comenzó con igualdad, pero poco a poco los sevillistas dejaron claro que querían la pelota. Tocaron y crearon peligro, sobre todo por una banda izquierda en la que Ivi se afanaba en combinar con Borja Lasso. Un centro del madrileño que no llegó a cabecear Matos, así como un centro chut de Matos que atrapó Crespo, fueron los intentos de mayor peligro. Eso hasta que llegó la jugada del partido en el minuto 26. Falta botada desde la izquierda por Ivi y Diego González, dentro del área, se anticipa para rematar al primer palo y coger totalmente descolocado al meta local.
De ahí al descanso el Lleida quiso reaccionar y tuvo hasta tres acciones de peligro. Un disparo de Diego Suárez que tapó José Antonio, un cabezazo en el segundo palo de Molo que salió fuera, y sobre todo un disparo cruzado raso del propio Diego Suárez que sacó en la línea de gol el autor del tanto franjirrojo.