El partido se empinaba y de qué manera. La expulsión de Fazio minimizó por momentos a un Sevilla que se reestructuró rápido, retrasando su posición Carriço. El Celta tenía la posesión, pero el Sevilla defendía bien y lo encomendaba todo a las rápidas salidas de sus laterales. Llorente, sin embargo, estaba demasiado solo y poco atinado en los controles. Poco optimismo se desprendía de un encuentro en el que al Sevilla lo mejor que le podía pasar era que llegara pronto el descanso. Lo que son las cosas, cuando el intermedio se avecinaba, el Sevilla dio un empujón al Celta y lo metió en su campo encadenando varios saques de esquina, con una gran ocasión de Reyes incluida. Y así, con perseverancia, en el 43 Carriço engatilló a la red un rechace, tras un remate de Llorente al bote de un córner.
Con ventaja en el marcador y uno menos en el campo, la orden no podía ser otra que aguantar con las líneas bien juntas atrás e intentar golpear a la contra si la ocasión se prestara. El partido en la reanudación fue el esperado. El Celta se volcó con todo, haciendo mucho daño fundamentalmente con las internadas por la izquierda de Bongonda. Una de ellas propició un remate clarísimo de Beauvue que para alivio del conjunto de Unai Emery, que cumplía sanción en la grada, se fue a las nubes. Sufría el Sevilla y desde el banquillo se reaccionó rápido, introduciendo a Vitolo por Konoplyanka, con el claro objetivo de inyectar más físico. Pero Beauvue seguía teniendo su cuenta pendiente con el gol y se la iba a cobrar en el 64, justamente en la primera jugada en la que el Celta lo intentó por la derecha, en una rápida transición que sorprendió a la defensa del Sevilla. Cosas del fútbol, dos minutos antes un testarazo de N’Zonzi, que jugaba un partidazo y tapaba todo lo que se podía tapar, se había estrellado en la cepa del palo izquierdo de Sergio Álvarez.
En la reanudación el Sevilla peleó con bravura e incluso tuvo el 0-2 en la cabeza de N'Zonzi
El Celta se creció con el gol. El panorama era desalentador. Poco antes del tanto Banega ya estaba en el campo, en sustitución de Reyes. Emery reaccionó de inmediato y sacó a Gameiro por Llorente, encomendando casi todas las opciones del equipo a la velocidad en ataque del francés a la hora de salir a la contra, porque era de esperar que los de Berizzo se volcaran con todo conforme se acercara el final del choque. Y así fue, más lo segundo que lo primero, claro.
El Sevilla tuvo pocas opciones, y se precipitó casi siempre, y el Celta, con un 80 por ciento de posesión en la segunda mitad, se hizo dueño del choque, embistió con todo y tuvo clarísimas oportunidades. Pero el Sevilla, como en el Calderón, fue todo pundonor y aguantó de pie. Rami desvió un remate de Aspas que se colaba, Sergio Rico se jugó el físico para tapar en dos tiempos un remate en el área de Guidetti y el equipo en general, con un sacrificio encomiable, aguantó un punto de indudable mérito, porque se jugó, con la resaca del jueves 65 minutos con uno menos. Meritorio, aunque también agridulce, pues queda la duda de lo qué podría haber ocurrido once contra once, sobre todo con el marcador a favor.
FICHA DEL ENCUENTRO
1. RC CELTA: Sergio Álvarez, Jonny (Guidetti, minuto 61), Cabral, Sergi Gómez, Planas, Pablo Hernández, Radoja (Marcelo Díaz, minuto 61), Daniel Wass, Beauvue, Iago Aspas y Bongonda.
1. SEVILLA FC: Sergio Rico, Mariano, Rami, Fazio, Escudero, Iborra, N'Zonzi, Reyes (Banega, minuto 63), Krohn-Dehli, Konoplyanka (Vitolo, minuto 58) y Llorente (Gameiro, minuto 69)..
GOLES: 0-1, minuto 43: Carriço. 1-1, minuto 64: Beauvue.
ARBITRAJE: Velasco Carballo, madrileño. Expulsó por doble amarilla a Fazio. Amarillas para Sergi Gómez, Bongonda, Konoplyanka, Iago Aspas y Escudero.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 23. Estadio de Balaídos.