Pintaba mal, muy mal, el partido de esta noche en el Wanda Metropolitano para el Sevilla FC. El equipo comparecía en territorio colchonero arrastrando una nefasta racha de resultados negativos en Liga y enfrente esperaba un equipo en plena forma como el Atlético de Madrid. Sobre el papel era difícil pensar en algo positivo, pero el Sevilla sacó su mejor cara justo en el escenario y el momento más complicado. Incluso comenzando perdiendo, se apuntó un triunfo importantísimo que, además de poner cerca las semifinales de Copa del Rey, llena de moral y tiene que servir como punto de inflexión.
Cosas del fútbol, el Sevilla FC dio una encomiable muestra de fortaleza justamente en el lugar donde menos se podía esperar. A decir verdad el equipo de Vincenco Montella lo hizo casi todo bien. Aguantó el fuerte arranque local, en parte gracias a varias intervenciones providenciales de Sergio Rico, y cuando se sacudió el empuje inicial de los colchoneros se vino arriba, presionó de forma efectiva y salió a la contra con varias ocasiones, fundamentalmente dos de Correa, una de ellas un mano a mano ante Moyá, en las que rozó el 0-1. El Atlético replicó, claro, pero el Sevilla nunca se achicó y de hecho Escudero con un trallazo lejano a punto estuvo de lograr uno de los goles de la temporada, salvando Moyá con una mano sensacional.
Sergio Rico y Moyá acapararon el protagonismo con grandes intervenciones en una primera mitad en la que el Sevilla no se arrugó ante la intensidad atlética
En la reanudación el partido continuó por los mismos derroteros. El Sevilla no quitaba el pie del acelerador en la presión y salía con el balón jugado con mucha claridad, dando la sensación de que si de verdad quería, podía. Pero el Atlético poco a poco, fundamentalmente con saques de esquinas y faltas, metió a los nervionenses en su área y a 18 del final Diego Costa hizo diana con un zurdazo cruzado imparable.