Ganar al City requería la mejor versión del Sevilla, pero ese anhelo quedó muy lejos de lo que ofrecieron esta noche los hombres de Unai Emery, engullidos por un City tremendo que resolvió por la vía rápida en los primeros quince minutos con una salida descomunal e imponente. El City, dueño y señor con el inesperado trivote en el centro del campo que alineó Pellegrini, fue demasiado para un Sevilla que, aunque en determinados momentos amagó con levantarse y reaccionar, nunca tuvo la contundencia de su rival.
Ya avisó Pellegrini en la previa que su equipo no iba a especular con el resultado, que iba a salir con todo. Lo que no se esperaba era que sentara a De Bruyne, para utilizar un trivote con Fernando, Fernandinho y Touré que le dio el dominio total y absoluta del partido. El partido, o lo que se esperaba que fuera en clave sevillista, duró apenas once minutos. El City trituró con una salida repleta de contundencia en cada acción, con mucha intensidad, presionando muy arriba, forzando los fallos en la salida de balón del Sevilla, jugando al límite y, en definitiva, pasando por encima de la tibieza inicial de un Sevilla que ni tiempo tuvo para sentirse protagonista. Sterling puso el acento, pero en realidad, tanto él como el resto de los jugadores de arriba de los citizens parecían aviones incalcanzables para los locales. El primero lo hizo Sterling, así como generó la jugada del segundo para que Fernandinho apuntillara. Dos golpes certeros a la mandíbula, que pudieron ser tres cuando Jesús Navas disparó al palo en lo que pudo haber sido el tercero.