El Sevilla prolongó una jornada más su sequía de victorias fuera de casa, pero en esta ocasión lo hizo de la peor forma, con una primera parte espantosa en la que prácticamente condenó sus opciones de sumar siquiera un punto. Y sin embargo las tuvo, porque Vitolo en el descuento del primer acto acortó el severo 2-0 que inflingían los locales al conjunto de Emery y en la reanudación, ya con Banega en el campo, hubo ocasiones sobradas para hacer una igualada que finalmente no llegó, consumándose una nueva decepción como visitante, en esta ocasión ante un rival que hasta la fecha que sólo había ganado un partido en su campo.
El equipo no estuvo a la altura de la salida agresiva e intensa del Granada
Pesó mucho la pésima primera parte realizada. El Sevilla salía con dos delanteros –Gameiro y Llorente- e Iborra y Krychowiak en el doble pivote, pero no fue eso lo que verdaderamente incidió en el juego. Mucho se había hablado de la firmeza defensiva que venía exhibiendo el equipo en el mes de diciembre, pero esa solidez saltó por los aires en el Nuevo Los Cármenes, donde la defensa hizo aguas ante los continuos abordajes a la contra del Granada. Ésa es la principal lectura que hay que hacer de un choque que se perdió por dos errores graves defensivos que generaron rápidas salidas en ataque de los granadinos, culminadas por Success y Peñaranda en los primeros 35 minutos. Fueron dos, pero pudieron ser más. Y ante la agresividad que mostraban los locales en cada lance, la réplica del Sevilla era inexistente, con un rosario de jugadas atolondradas, sin pausa ni orden, e incluso por muchos momentos sin esperanza de final feliz.