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대한민국 - Soon
En el minuto 91 de un partido que el Sevilla tenía prácticamente perdido en Leganés apareció Wissam Ben Yedder para rescatar un punto más a domicilio y, de paso, marcharse de vacaciones cerrando un 2018 en el que ha conseguido números históricos con la camiseta nervionense. Y es que, con el gol de Butarque, el delantero francés colocaba su tanto número 22 en este año que se acaba, el decimocuarto en lo que va de temporada desde que comenzase a finales de julio anotándole al Ujpest en la primera ronda previa de la UEFA Europa League.
Ya en la 14ª jornada, en Mendizorroza frente al Alavés, Ben Yedder conseguía con su diana ante Pacheco un dato que desde 2009 no se daba en el Sevilla FC: un delantero superaba los 20 goles en un año natural. Con el de Vitoria el francés sumaba 21, colocando una nueva marca tras la que consiguiese hace casi una década Fréderic Kanouté, que anotó 22 en el citado 2009. Palabras mayores.
Desde 2009 en el que Kanouté anotó 22 goles, ningún delantero superaba los 20 en un año natural
Desde entonces, cada 365 días, curiosamente, se ha repetido la misma cifra de 20 goles en cada año con el máximo goleador del equipo sevillista: 2010 Kanouté, 2011 Negredo, 2012 Negredo, 2013 Negredo, 2014 Bacca, 2015 Gameiro, 2016 Gameiro, 2017 Ben Yedder. El pequeño ariete que llegase en el verano de 2016 para ponerse a las órdenes de Jorge Sampaoli ha logrado escribir su nombre en una página que, a la vista está, estaba muy difícil de superar.
El año de fábula de Ben Yedder está además acrecentado por las dificultades que tuvo para romper a jugar tanto con Montella, que ya estrenó 2018 siendo entrenador del Sevilla como con Machín, puesto que con ninguno de ellos comenzó siendo titular. Ahora, en el esquema del técnico soriano, el francés no solo encaja a la perfección a la hora de ver portería contraria con la facilidad que lo está consiguiendo, sino que es un complemento perfecto para otros jugadores de ataque como André Silva, al que libera y permite segundas opciones o Pablo Sarabia, con el que se compenetra en el césped a las mil maravillas intercambiando goles y asistencias entre ellos.