El duelo de líderes salió cruz para el Sevilla FC, que vio como el Barcelona dejaba atrás su mala dinámica de resultados con una victoria contundente en el Camp Nou, escenario que se le seguirá negando un año más al equipo sevillista. Tras sólo dos minutos de partido las cosas ya estaban en contra y Messi se encargó de complicarlo aún más antes de marcharse lesionado en el brazo. Tras el descanso Luis Suárez abrió aún más la brecha, mientras que Sarabia, aunque demasiado tarde, dejaba las cosas en un 3-1. Aún había tiempo para que Rakitic y Muriel completaran una movida recta final. Además Mercado, sustituyendo a un tocado Kjaer, volvió a tener minutos tras la lesión en el brazo que se produjo en el derbi.
En los últimos años se venía acusando al Sevilla de salir, metafóricamente, por detrás en el marcador nada más salir al Camp Nou. Más allá de valoraciones más o menos exigentes, este sábado en el estadio barcelonista sí se puede decir que el equipo comenzó el partido ya perdiendo. Y es que los sevillistas apenas habían acumulado un par de toques al balón cuando Coutinho ya había puesto por delante a los de Valverde tras un pase medido de Messi en una jugada tan embarullada como certera para los azulgranas. Dejà vu para los de Pablo Machín, a los que les tocaba remar y que sin embargo pronto pudieron conseguir la igualada.
A los doce minutos el partido ya estaba demasiado cuesta arriba con dos individualidades de Messi
Fue apenas tres minutos después, con un balón largo a André Silva, que encontró a Arana en la izquierda con toda la banda para él. El brasileño encaró a Ter Stegen y le pegó cruzado con potencia, pero el balón se estrelló en el poste y salió escupido, imposible para los tres atacantes nervionenses que aguardaban el rechace. Por desgracia, la respuesta barcelonista sí que iba a ser decisiva, con un Messi otra vez en modo Messi. Balón largo de Luis Suárez tras un desafortunado resbalón de Banega y el argentino encara a Sergi Gómez para ponerla junto al poste, imposible para Vaclík.