Jorge Sampaoli pedía en la previa un equipo que respetara el partido y el mensaje del entrenador caló hondo. El Sevilla no se relajó, pese a que las circunstancias invitaban a hacerlo, y se dio un festín a costa de un Formentera que poco pudo hacer para frenar la ambiciosa versión de los nervionenses. El Sevilla jugó con una intensidad que dice mucho de su mentalidad ganadora.
Hay que remontarse a mucho tiempo atrás para encontrar un resultado similar en Nervión. El Sevilla le hizo nueve goles al Formentera, seis de ellos antes del descanso. Había cierto temor, expresado por el propio Sampaoli, de que el equipo se dejara ir porque al fin y al cabo se trataba de un trámite poco trascendente. Pero el Sevilla afrontó el choque con extrema seriedad y una vez que abrió la veda hizo del partido un espectáculo ofensivo.
El Sevilla salió exhibiendo colmillo, con un once sin jugadores del filial
Con dos delanteros, David Soria bajo de palos y un once sin jugadores del filial, el Sevilla saltó al campo con ganas de hincarle pronto el colmillo al choque. Vietto se veía especialmente con ganas, poniéndose pronto de gol en varias ocasiones claras. El que abrió la cuenta, sin embargo, fue Ganso, que empujó a placer tras ser asistido por Kranevitter.