Asimismo, se acordó de Andreolli, que cayó lesionado de gravedad este sábado en San Sebastián. ¿Fichaje para sustituirlo? "Quiero mandar un mensaje de ánimo para Marco, que es un magnífico chaval que nos estaba dando muchísimo y que ha tenido esa lesión que le deja prácticamente inhabilitado. Los técnicos serán ahora los que tengan que decidir. La idea es no precipitarse, seguir hablando para ver qué tenemos que hacer y en cuanto lo tengamos claro tomar la decisión".
Para finalizar el capítulo deportivo, se refirió a la renovación de Ever Banega: “Estamos negociando con él. Deseamos que se quede y él quiere quedarse. Pienso que Banega ha encontrado aquí su fútbol y ojalá se quede muchos años, porque cuando un futbolista está jugando bien en una ciudad y un club, lo mejor que hace es no cambiar. Hay buena relación y buen feeling. Estamos trabajando en ello y soy optimista y esperemos que las dos partes queden satisfechas".
La "no agradable" situación de Sevillistas de Nervión
Además de lo deportivo, el otro gran tema candente fue el de las diferencias internas en Sevillistas de Nervion, que incluso se han traducido en la interposición de demandas judiciales. El presidente admitió que "no es agradable. Es muy sabido que en Sevillistas de Nervión unos tenemos una idea y otros, otra. Yo tengo claro lo que tengo que hacer y que nadie tenga duda que no me temblará el pulso para tomar las medidas que haya que tomar".
"Tomaré las medidas que tenga que tomar para que esta inestabilidad no continúe"
Y continuó en la misma línea: "Sólo puedo decir que a mis 57 años no he tenido ningún pleito judicial y que de diciembre para acá, por intentar tener estabilidad en el club y que vote Sevillistas de Nervión, como he dicho siempre, tengo varios pleitos. Evidentemente, el día a día no es agradable, pero el vicepresidente no está en el club todos los días… Es una situación que no es agradable, que no es buena para la entidad y yo tomaré todas las medidas que tenga que tomar para que esta inestabilidad no continúe".
Castro no descartó, en cualquier caso, que se pueda encontrar una solución a la actual situación de enfrentamiento, porque "quedan todavía dos semanas y a partir de ahí, repito, soy un hombre de consenso, no soy de guerras, nunca lo he sido, nunca lo seré, pero estoy abierto a cualquier solución, pero no a cualquier precio, sino al precio que garantice la estabilidad del club. Desde hace veinte año he trabajado, trabajo y trabajaré por la estabilidad del club y me da igual las demandas que me pongan".
Pese a ello, mostró su malestar por todo lo que está ocurriendo en el apartado accionarial: "En lo deportivo ha funcionado bien en las dos últimas temporadas. En lo social, también, pero evidentemente hay estas discrepancias accionariales y si no somos capaces de arreglarlas, el presidente tendrá que tomar las decisiones que tenga que tomar, porque lo que me parece lamentable es que tengamos esta situación que no lleva a nada…. El club funciona bien. Y si funciona bien, no tiene sentido que haya esta inestabilidad absurda y sin motivo".