Imagen
El Sevilla FC campeón de la Copa de Andalucía 1920/21
Club

SE CUMPLEN CIEN AÑOS DEL PRIMER TROFEO EN PROPIEDAD

06/02/2021
Entradilla
El 6 de febrero de 1921, el Sevilla FC conseguía su tercer título consecutivo de campeón de Andalucía, obteniendo por derecho el trofeo para su propiedad
Cuerpo Superior

En febrero de 1915, con la creación de la entonces denominada Federación Novena de Clubs de Foot-Ball, actual Real Federación Andaluza de Fútbol, se sentaban las bases para la organización del Campeonato Regional de Fútbol de Andalucía, cuya primera edición comenzaría a disputarse a finales de aquel mismo año. Además del prestigioso título honorífico de campeón, el reglamento de dicho torneo, primero de carácter oficial que se disputaba en nuestra región, ponía en juego una preciosa copa de plata, que quedaría definitivamente en posesión de aquel club que conquistase el campeonato tres veces consecutivas o cinco alternas.

Tal día como hoy, hace justamente un siglo, el 6 de febrero de 1921, el Sevilla FC se plantaba a las puertas de proclamarse campeón de Andalucía por tercera vez consecutiva. Hasta ese momento, se habían disputado ya cinco ediciones del campeonato, habiendo conquistado la entidad blanquirroja tres de ellas, en concreto, las correspondientes a las temporadas 1916/17, 1918/19 y 1919/20. Así pues, tras sus dos últimos entorchados consecutivos, el Sevilla FC tan solo necesitaba un nuevo triunfo en la temporada 1920/21 para hacerse con el trofeo en propiedad.

El torneo se disputó entre el Sevilla FC y el Real Betis a doble partido, después de abandonar el Nacional FC y el Recreativo de Huelva

Con el fin de lograr el objetivo, el club presidido por Enrique Balbontín incorporaba a sus filas a hombres como Ferreras, Rey, Herminio o Cubells, si bien este último tuvo un paso fugaz por la entidad. El campeonato regional, que en un principio iban a disputar cuatro clubes, quedó finalmente en un mano a mano entre el Sevilla FC y el Real Betis Balompié, tras el abandono del Nacional FC de Sevilla y el Recreativo de Huelva. De este modo, se dispuso una final a doble partido, con el primero de los encuentros en terreno bético.

El domingo 30 de enero de 1921, en el campo del Real Patronato Obrero y con arbitraje del gibraltareño Mr. Cecil Lambert, el Sevilla FC, empleando el típico sistema de la época basado en el 1-2-3-5, se presentaba a la primera de las dos grandes citas con un once compuesto por Santizo; Herminio, Sedeño; Rey, Ismael, Ferreras; Escobar, Spencer, Kinké, Cabezas y Brand. Dos goles de Kinké, uno de Rey y un cuarto de Brand otorgaban a los blancos una rotunda victoria por 0 a 4. A pesar de este holgado triunfo, una derrota sevillista en el segundo encuentro hubiese obligado a la disputa de un partido de desempate, ya que la diferencia de goles no era tenida en cuenta para dilucidar el campeón.

Los dos encuentros se saldaron con victoria sevillista: 0-4 en la ida y 1-0 en la vuelta

Una semana después, a las tres de la tarde del día 6 de febrero, se disputaba en el campo sevillista de la Avenida de la Reina Victoria el segundo partido de la gran final. Un Sevilla FC compuesto por los mismos hombres, a excepción de Ramírez en sustitución de Escobar, se imponía nuevamente a sus rivales por 1 a 0, gracias al tanto anotado precisamente por Ramírez. Con esta nueva victoria, el Sevilla FC se proclamaba campeón de Andalucía por tercera vez consecutiva, obteniendo por derecho propio el trofeo en propiedad.

Tras aquel triunfo, se disputarían otras quince ediciones del campeonato regional. De todas ellas, aquel Sevilla FC que dio pie a la creación de la denominada “escuela sevillista”, la del fútbol de pase corto y afiligranado, el que fuera conocido allende Despeñaperros como “Eterno Campeón de Andalucía”, conquistaría catorce ediciones, sumando un total de dieciocho entorchados. Hoy, justo cien años después, el magnífico trofeo obtenido entonces en propiedad, puede aún contemplarse en las entrañas del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, atestiguando un glorioso pasado que se da la mano con un brillantísimo presente y un esperanzador futuro para venideras generaciones de sevillistas.