Se refirió también la de El Saucejo a su desempeño en el lateral, posición a la que terminó adaptándose: "Me comentaron que arriba estaba la cosa complicada, pero yo le dije que quería jugar. Me puso de lateral el míster y acertó. Ya había jugado ahí con la Andaluza, pero rescató esa Cori lateral dándome libertad para subir incluso marcando algún que otro gol".
"Estoy muy contenta por lo vivido en el Sevilla FC, aunque sin mis compañeras no hubiera sido posible"
Y hablando de las labores defensivas, comentó Cori el liderazgo de la actual directora de fútbol femenino de la entidad, su compañera Amparo Gutiérrez, destacando también las ayudas que recibía por parte de muchas de sus compañeras: "En la defensa Amparo era la líder, aunque las porteras también lo veían todo. Recuerdo que tenía a Sandra 'Avión' por delante y cualquier duda que tenía me ayudaba. Lo recuerdo como algo nuevo. Estoy muy contenta, pero sin mis compañeras no hubiera sido posible".
La polivalente Cori recuerda además aquella espinita de Bilbao, escenario en el que no se pudo amarrar finalmente el campeonato que tanto merecían: "Nos quedamos a un gol. Todavía me acuerdo de ese partido en Bilbao, me puso el míster delante en los últimos minutos, fallé un gol y siempre lo recuerdo. También llenábamos la ciudad deportiva, coreaban tu nombre, te pedían fotos... destacaría lo que movió el centenario y toda la ayuda que recibimos ese año y también las amistades que sigue una conservando".
"En mi segunda etapa, Manolo Pineda fue un descubrimiento"
Al vivir dos etapas, no quiso entrar en comparaciones entre una y otra, valorando el compañerismo del que pudo disfrutar también en sus últimos años, en los que el trabajo muchas veces le dificultaba poder entrenar con normalidad: "Las comparaciones son odiosas, prefiero no comparar unas temporadas con otras. En la segunda etapa iba con un poco más de veteranía y desconectada del fútbol. Trabajaba muchas horas, llegaba tarde a entrenar e incluso el entrenador me ponía de titular y mis compañeras lo respetaban. Manolo Pineda fue un descubrimiento enorme, ponerme en sus manos fue genial". En este sentido, también confesó que se quedó con un sabor amargo: "La última temporada, con mi trabajo de 10 horas diarias era mucha tela...todo influye, duraría unos 70 minutos y necesitaba días de recuperación. Había descendido y esa pena fue lo que me replanteó un poco el asunto, pero realmente es que no podía".
En cuanto a esa última etapa, insistió en la ilusión que había pese a la juventud del equipo, que se quedó finalmente con ese sabor amargo: "Terminamos llorando, porque luchas por mantenerte con ilusiones. Éramos uno de los equipos más jóvenes, jugábamos con un equipo con una media de edad de 28 años. La pena de mi retirada será siempre ese descenso".
Para cerrar, quiso mostrar agradecimiento con El Saucejo, población que le hizo el regalo de enmarcar su nombre para siempre en uno de los rincones del municipio de la Sierra Sur de Sevilla: "Siempre estaré eternamente agradecida con mi pueblo porque se han portado genial conmigo, desde mis inicios hasta el partido homenaje de hace años. Todo aporta e incluso me pusieron una calle con mi nombre, desde los entrenadores en el San Marcos hasta el Ayuntamiento".
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