Era un punto de inflexión, uno más, tras las buenas actuaciones a domicilio del equipo y las dudas en los precedentes en Nervión. Nada menos que el Atlético de Madrid, que antes de afrontar su vital partido en Anfield, se veía en la obligación de derrotar a los de Lopetegui para superarles en la tabla. No lo consiguieron los de Simeone, que pese a sobreponerse al golazo incial de De Jong, vieron como el VAR les quitaba lo que les había dado poco antes y Ocampos conseguía al borde del descanso el 2-2. Un marcador que acabaría siendo definitivo tras una segunda mitad mucho menos abierta y en la que los blanquirrojos supieron envolver el regalo para llevarse a Sevilla un punto de mucho peso.
Intensísima primera parte la que se pudo ver en el Wanda Metropolitano, en la que tras los minutos de tanteo con mayor dominio posicional colchonero, el Sevilla se fue haciendo con el mando del partido. Un mando que supo además consolidar con un auténtico golazo de De Jong cerca del ecuador del primer acto, tras el primer aviso de Suso desde fuera del área. Balón en paralelo de Navas para Jordán, que la pone en la media luna del área para que el neerlandés controle y defina a la perfección ante la salida de Oblak. El equipo de Lopetegui tenía el partido donde lo quería, pero el VAR apareció en una discutible mano de Diego Carlos dentro del área y Hernández Hernández permitió a Morata igualar desde los once metros.
Tras adelantarse en el marcador, el Sevilla vio como le remontaban en solo cuatro minutos
El Sevilla pareció perder el foco entre la polémica y el tiempo de revisión y apenas cuatro minutos después del empate, el Atlético le daba la vuelta al marcador. Desafortunado error de Jordán en la salida de balón, robo de Koke en la medular y pase para la izquierda, donde Joao Félix recibe y la cruza. Aunque Vaclík estaba bien colocado para despejar, el toque en el último momento de Koundé desvió la trayectoria e impidió la atajada del checo. Quedaban diez para el descanso y todo hacía indicar que los de Simeone se irían por delante al descanso, pero en esas volvió a aparecer el VAR. Tras descartar que un remate de Reguilón en el segundo palo acabase en gol -Oblak paró sobre la línea- lo que no pudo desmentir fue un penalti de Trippier sobre Ocampos en el pico del área.