Ya lo dejó entrever el martes ante el Levante y lo confirmó este sábado. El Sevilla FC vuelve por sus fueros en casa y esta noche derrotó sin demasiadas complicaciones a un Granada al que superó con creces en la primera mitad. Nada más empezar abrió el marcador De Jong con un cabezazo inapelable y mediado el primer tiempo duplicó la cuenta con mucha clase Nolito. Como suele ser habitual en este tipo de partidos, la segunda parte fue algo menos vistosa, aunque si alguien estuvo más cerca de volver a marcar ese fue el equipo sevillista.
Evitar el infructuoso guión de los dos últimos precedentes ligueros en Nervión pasaba por un inicio pujante. Algo que el Sevilla cumplió a rajatabla, yéndose a las primeras de cambio a por la portería de Rui Silva. Solo habían pasado tres minutos cuando llegó la primera oportunidad clara, un remate al poste de Ocampos y un rechace cazado por Fernando que se fue desviado por muy poco. Esa fue la única bala que se permitió errar el conjunto nervionense antes de que llegara el primero de la noche. Y lo hizo con el más puro estilo Luuk De Jong.
Ocampos avisó nada más empezar y De Jong anotó el primero justo después
Centro desde la derecha de Jesús Navas y cabezazo inapelable del holandés, que la puso en la misma escuadra imposible para el guardameta nazarí. Empezaban las cosas de forma inmejorable, aunque bien pudieron torcerse muy poco después si no llega a mediar el VAR. Por primera vez desde la instauración del videorabitraje, un colegiado decidió acudir al monitor en Nervión y lo hizo para invalidar el penalti que previamente había señalado por una falta de Diego Carlos dentro del área. La acción se había producido antes de ponerse el balón en juego, lo que obligó a repetir el tiro libre e inhabilitar la pena máxima.