Es bastante recurrente en el mundo del fútbol que, desde fuera, se hable de priorizar unas competiciones por encima de otras. Al final, al máximo nivel, todos los partidos oficiales son una oportunidad para ir con todo y competir, por lo que la situación clasificatoria del Valencia no le decía absolutamente nada a Julen Lopetegui. Ni al entrenador ni a su equipo, que dejó claro que se tomaba los octavos de final con toda la importancia del mundo y así lo reflejó también el marcador del Ramón Sánchez-Pizjuán. Dos goles de De Jong y un auténtico golazo de Rakitic dejaron ya todo listo al descanso ante un Valencia incapaz de hacerle daño a los nervionenses.
Y eso que los de Javi Gracia salieron con bríos, pero el Sevilla no tardó en dejarle claro quién mandaba y de quién iba a ser el balón. El primero en avisar fue Suso, con un disparo desde la frontal que se marchó cerca del palo izquierdo de Rivero. Cinco minutos más tarde y a balón parado, ahora sí llegaba el 1-0. Córner botado por Acuña y De Jong le gana la partida a Racic para marcar con contundencia. Koba y Jason lo intentaron muy desde lejos sin problemas para Bono, pero el Sevilla quería más y lo consiguió antes del intermedio. Tras una acción combinada espectacular, un balón al segundo palo y de Munir y una dejada de Suso, De Jong firmaba su doblete dentro del área para encarrilar el partido.