Después de dos victorias fuera como visitante, el Sevilla FC no pudo estrenarse este caluroso viernes como local con tres puntos en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Después de una primera parte de mucho dominio pero ningún acierto, la lata se acabó rompiendo a diez para el final con una acción a balón parado que remató Franco Vázquez. Sin embargo, casi en la siguiente acción y en la única desaplicación atrás de los 90 minutos, Denis Suárez se convertía en el primer verdugo goleador de los nervionenses en esta liga. El equipo se va al parón con siete de nueve, un bagaje que permite ser optimistas más allá de lo agridulce del último conseguido.
El primer cuarto de hora de juego fue una auténtica demostración de dominio y llegada al área rival. Sólo faltó lo más importante, culminar las acciones, pero el equipo de Julen Lopetegui probó hasta cinco veces con verdadero peligro al guardameta Rubén Blanco. Apenas en el minuto 4 ya la tuvo Diego Carlos, con un córner que se acabó llevando a trompicones aunque con un remate demasiado forzado. A partir de ahí, casi en tromba, la tuvieron Navas con un centro chut, De Jong de cabeza y Jordán con potencia pero sin dirección desde la frontal.
Los de Lopetegui tuvieron ocasiones de todos los colores para adelantarse en el primer tiempo
Un arreón que no dio frutos pero que dio paso a una fase algo más calmada pero del mismo color en cuanto a dominio. El Celta, mediada ya la primer parte, apenas se había hecho notar con un par de llegadas por velocidad que no supusieron ningún sobresalto para Vaclík. Mientras, Jesús Navas continuaba con su recital de centros desde la banda derecha ante un Celta que dejaba demasiado espacio en las bandas. Tras la más que justificada pausa para la hidratación se continuó jugando en campo vigués, pero es cierto que faltó hasta el descanso ese empuje que el intenso calor apaciguaba.