Francisco López Alfaro fue el encargado de cerrar el acto de reconocimiento a su persona y a su trayectoria. Tras recibir el XIII Dorsal de Leyenda de manos del presidente José Castro, el emocionado exfutbolita ursaonense tomó la palabra en un discurso que se reproduce a continuación:
"Uno de mis sueños de chaval era que con el paso del tiempo fuese recordado por lo hecho en la vida. Hoy recibo el XIII Dorsal de Leyenda 31 años después de dejar de jugar, quisiera expresar el profundo orgullo que siendo al estar aquí con todos vosotros. Quiero felicitar y hacer participe a todos los que me ayudaron a conseguirlo. En primer lugar a mis padres, sin ellos no hubiera sido posible. A mi familia y amigos, por entender siempre que la profesión de futbolista es muy bonita, pero también muy sacrificada. Al entrenador y a los compañeros del equipo de barrio donde empecé a jugar al fútbol y donde conocí a uno de mis mejores amigos. Moisés Rodríguez. Agradezco profundamente a la persona que un día pensó que yo tenía cualidades para jugar en la cantera del Sevilla FC, jamás olvidaré ese verano de 1976, estaré eternamente agradecido, Pepe Alfaro. También recuerdo a Herrera y Carli, canteranos que se quedaron en el camino por accidentes en carretera. Gracias a Baby, Antonio Valero y a todos mis compañeros que me ayudaron mucho en los escalafones inferiores, que creyeron en mis cualidades más que el que les habla".
Francisco a Manolo Cardo: "Más que un entrenador, has sido un padre"
Alguien un día me preguntó si era capaz de debutar en Primera, unos días después me hizo debutar. Para mí, más que un entrenador has sido un padre. Creíste en mí como nadie lo hizo, muchas gracias Manolo Cardo. También agradezco a esa persona que con 19 años me citó para la selección española, estando varios años en aquel grupo de varios jugadores y con una Eurocopa y Mundial. Gracias, Miguel Muñoz.
Todo tiene su fin y en 1990 me voy a jugar al RCD Espanyol durante 9 años magníficos, me hicieron sentir como en casa y la puerta 18 del estadio tiene mi nombre. Quiero agradecer a los que me han otorgado en el Dorsal de Leyenda y que han posibilitado integrarme junto a Arza, Busto, Campanal, Achúcarro, Valero, Gallego, Lora, San José, Álvarez, Montero, Blanco y Unzué. Para mí es un honor, un orgullo y una responsabilidad. Por muchos años que pueda vivir, es imposible darle al club lo que yo he recibido de él".