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EL CAMPEÓN SE MIDE A UN INVICTO SHAKHTAR QUE BUSCA TAMBIÉN REEDITAR ENTORCHADO

28/04/2016

El Sevilla afronta su quinta semifinal y el Shakhtar la segunda. En la anterior ocasión, los ucranianos también superaron la suya y lograron luego la Liga Europa de 2009

La cuenta atrás del sueño europeo se reanuda este jueves. El Sevilla ya conoce estas mieles, pero no ha menguado por ello ni un ápice su hambre de éxitos. Nunca será ya igual. El tetracampeón del torneo defiende título, con el ilusionante guiño de ser el único club del continente que repetiría entorchado por tercera vez consecutiva. Pero eso aún no ha ocurrido. Queda mucho. Como diría Unai Emery, antes hay que disfrutar del camino. Si la avidez es insaciable, la humildad y el compromiso del grupo no le van a la zaga. Las credenciales del campeón deben medirse -en un difícil duelo a doble partido- a otro campeón de la Europa League, que ansía también reeditar el éxito, siete años después, y al que hay que respetar. Cita de altura. El billete a la final hay que pelearlo; aún no está logrado.

De nuevo, el hambre insaciable y la humildad deben ir de la mano

Las trayectorias de ambos semifinalistas -los dos vienen de la Liga de Campeones- es pareja, pero más brillante en el caso del Shakhtar Donetsk. En los seis partidos que ha disputado en la Liga Europa ha firmado cinco victorias seguidas (su mejor racha) y solo un empate a cero en la primera cita ante el Schalke en Ucrania, al que luego goleó 0-3 en Alemania. El resto de los partidos lo cuenta por triunfos ante el Anderlecht belga (3-1 y 0-1) y el Sporting de Braga (1-2 y 4-0). Contabiliza 13 goles a favor, aunque dos fueron en propia puerta del mismo jugador, Ricardo Ferreira. Los 11 de cosecha propia están muy repartidos: Eduardo, Facundo Ferreira y Kovalenko, dos cada uno; y los otros cinco, Srna, Marlos, Kucher, Taison y Rakitsky.

Eduardo, Ferreira y Kovalenko, los bigoleadores ucranianos

El Sevilla FC -también en Europa- lleva en el galo Kevin Gameiro su estandarte goleador. Suma cuatro tantos en la UEL (más uno en Champions), seguido de Llorente (2). Rami, Kolo e Iborra completan las nueve dianas a favor, y cuatro en contra, fruto de sus tres victorias (3-0 ante el Molde y el Basilea en casa, unida a la que fue vital a domilicio en San Mamés (1-2) que mostró su sello del campeón en una cita fundamental. El empate a cero fue en Suiza y las dos derrotas (1-0 en Molde) y la última en Nervión (1-2), en el duro cruce ante el Athletic Club. El 3-3 final se decidió en otra evocadora tanta de penaltis (5-4), ya también en la memoria sevillista.

David Soria y Kolo, los únicos que han jugado todos los minutos en la UEL

Los únicos que han jugado todos los minutos en estos seis encuentros son David Soria y Kolo, aunque Krohn-Dehli (cinco y uno incompleto) y Gameiro (cuatro y dos de suplente) han intervenido también en los seis. En el conjunto de Lucescu, el técnico local ha usado hasta ocho jugadores en las seis citas; el portero Pyatov, Srna, Ismaily, Malyshev, Marlos, Taison, Eduardo y Kovalenko. Es la base del once ucraniano.

Es interesante resaltar que el Sevilla ha sumado 68 remates por 51 del Shakhtar; sin embargo la efectividad ucraniana duplica a la sevillista ya que han lanzado entre palos uno de cada cuatro disparos y los nervionenses uno de cada ocho. Datos sólo orientativos de que ellos son peligrosos, letales al contragolpe sacan buena renta a sus ataques. Otro dato apunta que el Sevilla, en cinco citas con equipos de Ucrania, nunca perdió (con 4 triunfos y un empate).

La final que ganó el Shakhtar al Bremen (2-1), la dirigió el sevillano Luis Medina Cantalejo

A los guiños históricos -ya inolvidables- del mítico gol de Puerta en 2006 y de Andrés Palop en Donetsk en 2007, se une un detalle curioso, como fue la presencia del colegiado sevillano, Luis Medina Cantalejo, en la final de 2009 en Turquía, que dio a los ucranianos su título europeo al vencer 2-1 en la prórroga al Werder Bremen alemán. Fue el broche a su retirada europea. En las semifinales de aquella edición, el Shakhtar había dejado fuera a sus vecinos del Dinamo de Kiev (1-1 y 2-1), con un gol en el 89’. Datos de entonces que vislumbran ahora otra semifinal igual de reñida, que se puede resolver tras 180 minutos de dura pugna. La antesala de la final bien vale ofrecer las credenciales del campeón, que siempre llevó en sus alforjas desde abril de 2006 el hambre y la humildad de los elegidos.