Este miércoles la plantilla sevillista realizó un entrenamiento fuera de lo común. En ausencia de los internacionales, el plantel se dividió en dos equipos, que tenían el objetivo de competir entre sí en diferentes postas. La primera de ellas hizo que todos los jugadores tuvieran que realizar doble función, como rematadores y como porteros. Posteriormente, las porterías se convirtieron en dianas improvisadas, con puntuaciones diferentes según el hueco por el que los futbolistas consiguieran introducir el balón.
Posteriormente hicieron relevos con finalización en portería, obligando al jugador siguiente a salir sólo cuando su antecesor hubiese conseguido marcar. Para terminar, realizaron un pequeño campeonato de fútbol-tenis y un minipartidillo. El equipo volverá a ejercitarse este jueves por la mañana en la ciudad deportiva y posteriormente disfrutará del fin de semana de descanso, antes de volver a la acción el lunes, ya pensando en el Levante UD.