El Sevilla FC-GNK Dinamo Zagreb es el cuarto partido del Grupo H que afrontan los de Jorge Sampaoli en la vigente fase de la Liga de Campeones. A los deberes -con alta nota- bien hechos por los sevillistas en las tres citas anteriores, 7 puntos, dos victorias, un empate en Turín y cero goles en contra, se une el enorme prestigio que supone vivaquear entre los grandes del continente como algo habitual. No sólo hay que creerse de verdad que eso es real y no es un sueño, sino que los demás se habitúen a codearse con la marca Sevilla FC en los escenarios europeos de postín. Es ese el primer éxito ya logrado por el pentacampeón. El reto siguiente ahora es confirmar lo que se espera de los nervionenses, ganar en el fortín de Nervión cuando hay que hacerlo y ante un rival frágil a domicilio. Otra gran conquista será clasificarse para los octavos de final de la Champions League, dos jornadas antes de culminar la fase.
El prestigio no es sólo ganar sino que los demás se habitúen a la marca Sevilla FC en el paisaje de los mejores
La cita europea de este miércoles no es un partido menor. Ningún encuentro de la Champions debe serlo, por mucho que los pobres datos de los croatas a domicilio así lo suponga. Una competición para los elegidos debe ser siempre una fiesta del fútbol y tiene que ser afrontada con toda la seriedad y el rigor que destila el máximo torneo mundial de clubes. El triunfo nunca es fácil y la falta de concentración e infravalorar al rival, acarrea disgustos inesperados. Bien es cierto que los registros del equipo balcánico son más que discretos: ha perdido sus últimos 10 partidos de Liga de Campeones fuera de casa, encajando 34 goles y marcando sólo 3. El Dinamo Zagreb tiene además la posesión más baja en esta Champions (30%).