Visiblemente emocionado y tras ver un vídeo de su trayectoria en Nervión, llegaba el momento más complicado para Vicente Iborra. El momento de su adiós, aunque el valenciano dejó muy claro desde las primeras frases, que sólo es un hasta luego: "No he venido a despedirme. Dejo la que considero que ha sido mi casa, pero sé que volveré". A partir de ahí, comenzó a agradecer, ordenadamente, a los miembros de la familia sevillista que ha ido conformando en estos cuatro años.
"Vengo a dar las gracias a quien me permitió estar aquí. Monchi, siempre te estaré agradecido. Tampoco quiero olvidarme de alguien que en su primera llamada me hizo sentir lo que era el Sevilla, su ambición y su grandeza, José María del Nido Benavente. Quiero agradecer al presidente José Castro, aunque no pueda estar aquí, su interés y predisposición para que el año pasado siguiera en este club", afirmó.
No pasó por alto a los miembros del Consejo, los actuales y los que ya no están, así como a todos y cada uno de los departamentos del club. Quiso detenerse en la figura del delegado Juan Martagón, al que denominó como "un padre, sin olvidarme de su hermosa familia". También habló de Óscar Arias "por la relación que hemos tenido siempre y su comportamiento ejemplar. No te voy a desear suerte porque a las personas trabajadoras no les hace falta. Con tu grupo de trabajo nos vais a hacer un equipo ilusionante y trabajador".
"Óscar, no te voy a desear suerte porque a las personas trabajadoras no les hace falta"