El 46º Sevilla FC-Real Betis de Liga en Primera llega al Ramón Sánchez-Pizjuán con toda la vitalidad y pujanza de los mejores días. La inagotable máxima rivalidad sevillana -por más que pasen los años- se mantiene viva en todo su vigor, al margen de que los vaivenes de los eternos vecinos oscilen como el péndulo que nunca se detiene. La cita de este martes, por exigencias del calendario, no será en día festivo, pero será siempre una fiesta hispalense la que se viva entre sendas aficiones hermanas. Tanto el equipo de Sampaoli como el de Poyet, bisoños en derbis sevillanos, se aprestan a disfrutar el ‘Gran Derbi’ local, en el marco de un efecto mundial sin precedentes. Se repite el rito: los veteranos tienen la palabra.
El rito se repite: Los veteranos marcan la pauta entre tantos jugadores bisoños; genio y carácter templados son claves en los derbis
La experiencia en derbis es un grado y todos los debutantes (los dos técnicos y muchos jugadores de ambos bandos) calibrarán la gran repercusión deportiva y social del duelo sevillano, dando la medida adecuada sobre el carácter templado y la concentración que requiere esta cita. Los sevillistas tienen varios ejemplos en los que mirarse en el vigente siglo XXI: un 3-0 en la 07/08, un 5-1 en la 12/13 y dos 4-0 en Liga en la 13/14 y en Copa del Rey en la 15/16. Unido al 2-0, de abril pasado, en el que Gameiro y Coke, con sendos golazos de carácter y talento, rubricaron la superioridad blanca. El recordado capitán, a modo de despedida anticipada, dejó en la retina del sevillismo el último tanto al Real Betis, con una volea desde fuera del área que reforzó la permanente comunión equipo-afición.