Emocionantes palabras con las que Nico Pareja puso fin a su etapa en el Sevilla FC. El argentino se despidió con honores en una sala de prensa rodeado, no sólo de sus amigos y compañeros de plantilla, sino también de la plata que el capitán ha tocado defendiendo el escudo nervionense.
“Ha sido camino hermoso, del que cuesta desprenderse. Ha llegado el día que uno no quería que llegase nunca, que tantas veces he vivido de aquel lado despidiendo a amigos, y siempre me preguntaba qué pasaría cuando me tocara a mí. Y acá estoy, despidiéndome de la que fue mi casa los últimos cinco años, años que han sido una montaña rusa de emociones que he vivido intensamente cada día. Cinco años desde que llegué para formar parte de esta gran familia, de la más grande de la ciudad que me ha contagiado el sevillismo. Ni en el mejor de mis sueños hubiera imaginado todo lo que pasé acá. Llegué a un Sevilla FC que había jugado dos previas para entrar en la Europa League, y no sólo la disputó, sino que la ganó. Ésa y dos más. Un Sevilla de récords y de más finales. Pero también con momentos duros, como la lesión que me tuvo apartado de los terrenos de juego la temporada 15-16. Pero nada se compara con haber formado parte de este grupo de jugadores que han dado todo, se han sacrificado y han luchado y mostrado amor por estos colores. Es lo que caracterizó siempre a este equipo y hemos querido transmitir a nuestra gente desde el césped. A veces mejor, otras veces peor, pero mis compañeros y yo nos hemos dejado el alma por este escudo. Y ante eso, no hay título ni récord que se le pueda comparar. Jugar en el Ramón Sánchez-Pizjuán no tiene precio ni comparación. Jugar y ganar derbis, tampoco. Y haber llegado a ser capitán de este equipo es uno de los orgullos más grandes de mi carrera”, comenzó.