La buena dinámica que arrastraba el filial se vio frenada en Villarrobledo en un partido atípico en el que los errores defensivos condenaron nuevamente al conjunto andaluz. El encuentro arrancaba con un disparo de Montero que obligaba a Lucho a realizar la primera estirada de la contienda. Parecía que el cuadro castellano-manchego sería dueño del esférico en los primeros compases de un partido que rápidamente comenzó a controlar el filial sevillista. Con el dominio del balón, el equipo dirigido por Paco Gallardo comenzó a llegar con peligro a la portería defendida por Salcedo. En ese control del cuero, Javi Pérez veía cómo su compañero Diabate se desmarcaba para dar una gran asistencia que el delantero sevillista aprovecharía para estrenar su casillero particular como jugador del Sevilla Atlético.
No fallaba el delantero ante la salida de un Salcedo que poco pudo hacer ante la buena definición del jugador sevillista. Con el resultado a favor, los de Paco Gallardo buscaron abrir más brecha. Lo intentó Diego García con un disparo teledirigido a la escuadra que finalmente se marcharía rozando el travesaño. Diabate también tuvo en sus botas el segundo; en este caso, Salcedo le ganó la batalla. Mientras el filial perdonaba, el equipo comandado por Castellanos aprovechaba un balón suelto en el área para igualar el marcador. Agus Alonso, de chilena, firmaba el empate a tres minutos del final del primer tiempo.