Todavía con Jesús Navas siendo homenajeado sobre el césped, Kike Salas pasaba por los micrófonos de los medios oficiales para hablar del triunfo clave ante el Celta: “Es increíble. Jesús se lo merece, es una leyenda. Lo es todo para nosotros. Se merece todo lo mejor y la victoria es para él, por supuesto. Hoy teníamos que darlo todo en el campo, un plus más. Necesitábamos también la victoria pero él necesitaba irse con una alegría después de todo el tiempo que ha estado aquí defendiendo este escudo. Ese es el camino, es el espejo donde todos tenemos que mirar y a seguir dando lo mejor de nosotros y darlo todo por este club”.
El propio Jesús Navas, entre lágrimas, comentaba que "esto es mi vida. El Sevilla. He dado todo hasta el final. Estos seis meses han sido una locura. Me han sorprendido a mi mismo la fortaleza y las ganas. Amo al Sevilla, amo a esta gente, quería estar este tiempo con ellos y decirle lo que es el Sevilla. Es una locura los chavales que han salido, ya lo habéis visto. Lo que se merece este escudo y esta afición es darlo todo. Era mi sueño de niño. Todo lo que he conseguido es gracias al trabajo y al coraje. Mi abuelo me llevaba a entrenar, mi familia sabe los momentos tan complicados que he tenido y el coraje que le he dado. Son cinco años en los que me levantaba sin poder andar. Me da igual que no pueda andar mañana. Amo este escudo y lo doy todo".
No quiso despedirse sin hablar de sus dos amigos: "Al final lo que me ha hecho levantarme cada día es seguir dando alegrías a mi afición, por Puerta y Reyes. He quitado mi nombre y lo he levantado al cielo porque el número es de Antonio y he intentado llevarlo con el coraje y las ganas que él se merece. Por este escudo. Estoy muy feliz porque el grupo ha sido una pasada".