Es lo que tiene una temporada tan comprimida y repleta de condicionantes externos. El Sevilla FC y el Real Madrid se dan cita en uno de los grandes platos fuertes de la temporada liguera de cada año, con unas circunstancias, individuales y colectivas, que le otorgan al partido incluso más pimienta de la que ya de por sí genera. Curiosamente, ambos equipos vienen de caer en su encuentro europeo intersemanal, aunque las consecuencias clasificatorias de esos tropiezos no son apenas ni comparables. Y es que mientras que el equipo de Lopetegui ya tenía asegurado el billete de octavos incluso cayendo ante el Chelsea, la derrota madridista en Ucrania les obliga a no fallar en Valdebebas el miércoles, ante un Borussia Monchengladbach que solo estará tranquilo si puntúa.
Son muchos los condicionantes en un grupo comprimido en apenas tres puntos, pero lo cierto es que los blancos están obligados a vencer en su ciudad deportiva para no andar mirando de reojo al Giuseppe Meazza. Todo ello, con el condicionante de haber sumado uno de los últimos nueve puntos en juego en LaLiga, lo que hace peligrar la situación de los capitalinos entre los cuatro primeros. De hecho, de ganar este sábado en Nervión, los sevillistas asaltarían la cuarta plaza incluso con un partido menos que su rival, que podría verse también igualado por el Granada y, si alguno de los dos gana en Carranza, superado por el Cádiz o empatado a puntos con el Barcelona. Están confirmadas las ausencias por lesión de Sergio Ramos, Hazard, Carvajal y Valverde.
El Real Madrid ha sumado uno de los últimos nueve puntos ligueros en juego
En el Sevilla, ya ha confirmado Julen Lopetegui la baja de Vaclík, aunque se espera que pueda ser de la partida Bono, ya negativo en covid-19 al igual que Carlos Fernández. Y es que tras tres victorias seguidas en la competición doméstica, el equipo hispalense ya solo se juega la honra deportiva y el beneficio económico este martes en Francia. Pase lo que pase ante el Stade Rennais, accederán a octavos de Champions como segundos de grupo, lo que permite, al contrario de lo que ocurre con el rival, centrarse al 100% en lo de mañana. Toca además retomar una estadística de peso, pues el Real Madrid, que se impuso la pasada temporada en el Sánchez-Pizjuán, ha ganado solo en dos de sus últimas nueve visitas a Nervión entre liga y copa.
En esta ocasión, la labor arbitral sobre el césped recaerá sobre el colegiado murciano José María Sánchez Martínez. Curiosamente, el lorquino reaparece tras una lesión que le ha impedido arbitrar desde el parón de octubre, cuando pitó el Polonia-Italia. Su último precedente con el Sevilla FC es el empate en La Cerámica (2-2) el pasado 22 de junio. Justo en la jornada anterior dirigió el triunfo madridista ante el Valencia CF por 3-0. De Burgos Bengoetxea estará en el VAR.