Afrontar un parón en lo más alto de la tabla hace que la espera sea algo más dulce, pero después de 14 días sin fútbol, ya había muchas ganas de volver a ver al Sevilla en acción. Para colmo de bienes, el calendario ha querido que no haya que aguardar más para volver al Ramón Sánchez-Pizjuán, pues el doble duelo consecutivo en casa permite afrontar un nuevo partido al calor del sevillismo. Una cita más que puede permitir continuar siendo referente del torneo y ante un rival, el Real Valladolid, que no se ajusta demasiado a la definición de recién ascendido.
Después de la auténtica final que suponía la visita del RCD Espanyol, rival directo que salió sin botín alguno de Nervión tras 90 minutos de mucho trabajo, los blanquivioletas no permitirán mucha más relajación. De hecho, como bien se encargó de recordar Pablo Machín en su comparecencia este viernes, el plantel de Sergio González sólo suma una derrota lejos de Zorrilla en lo que va de ejercicio y se produjo nada menos que en el Estadio Santiago Bernabéu y con mucho esfuerzo madridista.
No están permitidas las confianzas para poder aprovechar el pinchazo del Madrid y el duelo en el Wanda
Un equipo sin complejos, el pucelano, como botón de muestra de esta edición de LaLiga en la que el nombre dice mucho menos que en años precedentes. Por este motivo, el equipo nervionense debe andarse con mucho ojo y evitar cualquier tipo de exceso de confianza si quiere mantenerse en esta privilegiada situación. Más aún teniendo en cuenta que los de Machín pueden aprovechar tanto el tropiezo del Real Madrid en Ipurua como el doble enfrentamiento en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid y el FC Barcelona.