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El Sevilla FC levanta su sexta UEFA Europa League
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SE CUMPLEN 365 DÍAS DE LA ÚLTIMA PROEZA EUROPEA EN COLONIA

21/08/2021
Entradilla
Hace hoy justo un año, el Sevilla FC levantaba su sexta UEFA Europa League remontando y superando adversidades ante el Inter de Milán
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Normalmente cuando se trata de recordar finales ganadas, algo que para el sevillismo no supone precisamente ninguna dificultad, se recuerda ese gran día. El definitivo, el de la verdad y el del todo o nada. Eindhoven, Mónaco, Glasgow, Madrid, Turín, Varsovia, Basilea... Siempre hay un día clave en el que se resume el esfuerzo que conlleva toda una temporada de duro esfuerzo. Hoy es precisamente uno de esos días. El 20 de agosto es, desde hace justo un año, otro de esos círculos rojos del calendario sevillista que no solo florecen por mayo.

Cuerpo Inferior

Sin embargo, para explicar la sexta UEFA Europa League se hace todavía más difícil resumir el éxito en 90 minutos. Y es verdad que se dio la cara ante el hoy campeón de Ia Serie A. El equipo supo levantarse, crecerse para remontar y aguantar un segundo golpe para acabar imponiéndose en los minutos finales. Otra vez la magia de Banega, la puntería de De Jong, la firmeza de la defensa y la estrella de Yassine Bono. Pero para llegar a aquella cita en Colonia, antes hubo que superar otras tres finales con un formato para el que nadie estaba preparado.

Y es que cuando el Sevilla se disponía a iniciar su eliminatoria de octavos en casa ante la AS Roma, llegó la pandemia para arrasarlo todo. Se acabaron los partidos, los entrenamientos... Se acabó eso de poder andar por la calle. Y tras un final de competición apresurado, caluroso y exigente, cuando la mayoría de clubes comenzaban sus vacaciones, al Sevilla le tocaba ponerse el traje europeo para pelear por la sexta, que entonces aún se veía muy lejana. De hecho, tras la gran actuación ante los italianos en Duisburgo, la expedición volvió a casa con intención de regresar ya de cara a los cuartos de final.

El Sevilla leyó a la perfección una fase final con formato inédito para hacerse con la copa

Tocaba medirse a los Wolves, conjunto con poca experiencia reciente en Europa pero de una liga tan potente como a Premier. De nuevo en Duisburgo, Bono empezaba a hacerse gigante atajando un penalti y Ocampos dio el pasaporte a las semifinales con un golazo in extremis. Ya no daría tiempo a volver a Sevilla y el equipo mantuvo su cuartel general en Düsseldorf. Y es que esperaba el Manchester United, en uno de los partidos, probablemente, más increíbles de la historia sevillista. Los ingleses, esta vez sí, aprovecharon una pena máxima al inicio, pero Suso igualó antes del descanso. El Sevilla lo pasó mal y recibió ocasiones de todos los colores en la segunda parte, pero Bono pasó de gigante a héroe con una actuación para los anales. Y cuando el United se había cansado de desaprovechar ocasiones, llegó Navas para ponerla de dulce a De Jong, que confirmó la plaza en la final.

Otra final europea, a la que el equipo llegaba tras un proceso mental que casi aseguraba el título, pero eso era algo que confrontaba con la enorme calidad del rival. El Sevilla FC, con una testimonial representación de su hinchada, volvió a levantar plata en Alemania. Con el pitido final de Danny Makkelie se desataron las lágrimas, siempre habituales en situaciones así pero con motivos mucho más profundos en aquella ocasión. Con las consecuencias de la pandemia todavía tan frescas, la alegría contenida llegó a Sevilla como un vendaval procedente de Alemania. Mañana hará un año que la sexta llegó a Nervión, el único lugar del mundo donde se pueden contemplar tantos trofeos de la UEFA Europa League juntos.