Esta tarde de domingo los nervionenses afrontan el tramo decisivo de LaLiga, asentados en la tercera plaza del torneo, con un colchón de cinco puntos que hay que mantener y, si es posible, aumentar. La tarea es ardua y complicada, pero eso son los retos bonitos de abordar. En escena el 73º Atlético de Madrid-Sevilla FC, duelo histórico donde los haya, y primera de las 11 finales que aguardan a los de Jorge Sampaoli para culminar una Liga hasta ahora modélica. Es pues el momento de sacar a relucir esa casta, marca de la casa, unida al gen ganador de los sevillistas cuando pintan bastos. En su ADN está grabado a fuego que lo importante tras la caída es saber levantarse con más brío y determinación. Si no se puede ganar, algo que lleva en la mente el equipo, al menos hay que empatar para seguir en ventaja. De las últimas 7 citas en el estadio Calderón, el Sevilla empató 4, la más reciente 0-0 en enero de 2016.
Al reto de puntuar en casa de un rival directo se une el hito de conseguir el gol 200 en Liga ante los atléticos; el 199 lo hizo N’Zonzi en la victoria 1-0 de octubre pasado
Los sevillistas recuerdan la última victoria (0-1) a orillas del Manzanares, en septiembre de 2008, hace ocho años y medio. El Sevilla de Manolo Jiménez, en partido muy serio, lo rubricó Luis Fabiano con una primorosa falta directa antes del descanso ante un rival que llevaba una buena racha. Esta es la mejor evocación para comprobar que el fútbol está abierto a todo si se afronta con decisión y confianza en tus opciones. Es el espejo en el que mirarse este domingo. Y, aunque sobra ilusión por dar la mejor versión ante un rival directo, a ello se une el hito de buscar el gol 200 ante los atléticos en Primera, tras el 199 logrado por N’Zonzi en magnífica cabalgada personal en la primera vuelta, que supuso el triunfo por 1-0 en octubre pasado.