Cuatro derrotas en todo el campeonato liguero, igualando al campeón y destrozando cualquier coeficiente de derrotas por partido en la máxima categoría. El Sevilla FC solo ha hincado la rodilla en LaLiga Santander, en esta recién finalizada campaña, en dos pares de ocasiones. En Nervión solo lo hizo ante el Real Madrid, mientras que, a domicilio, cayó en Los Cármenes, el Santiago Bernabéu y el Camp Nou. Cuatro de 38, cuando el récord de menos derrotas, desde que LaLiga la componen 20 clubes -incluido el breve paréntesis de 22- en la 1987/88, databa de los seis partidos perdidos hace dos campañas, en la 2019/20. Eso hablando de coeficientes, pero es que, incluso en términos absolutos, la temporada sevillista en cuanto a derrotas es de récord sean cuales sean las jornadas disputadas.
Incluso el año en el que se consiguió el único título liguero que reposa en las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán, en la 1945/46, se calcó la cantidad de derrotas de la recién finalizada temporada, con la diferencia de que en aquel entonces la Primera división la componían 14 equipos, por lo que solo hubo que disputar 26 jornadas. Cerraría el podio en este particular ranking el aún más lejano ejercicio 1939/40. Aquel Sevilla FC perdió cinco encuentros en 22 jornadas y fue el que menos derrotas cosechó de Primera, pero quedó subcampeón por detrás del, por entonces, Atlético Aviación, que le superó por un único punto. Eso sí, ampliando el espectro para incluir la Segunda división, todavía se encuentra una temporada con menos derrotas, la 1933/34. Fue la que desembocó en el primer ascenso a la élite y conllevó solo dos partidos perdidos de 18, finalizando como brillante campeón.
Otro récord que se extrae de todo esto es que, por primera vez en su historia, el Sevilla FC no ha perdido ni un solo partido liguero por más de un gol en una misma temporada. Y es que hay que recordar que, tanto en Los Cármenes como en el Camp Nou, el resultado final fue de 1-0. Por su parte, las derrotas ante el Real Madrid fueron por 2-1 y 2-3 respectivamente. De hecho, ninguno de los duelos perdidos en las otras tres competiciones se salen de esa norma. En la Copa se perdió por 2-1, en la Champions ante el Lille por 1-2 y en Salzburgo por 1-0, mientras que las derrotas en la Europa League fueron por 1-0, tanto en Zagreb como en Londres.