SÓLO VALE EL MEJOR SEVILLA ANTE UN BORUSSIA CRECIDO
Este miércoles el Sevilla FC más que un partido se juega en Mönchengladbach su suerte en Europa en la presente campaña. El margen de error, para estar en octavos, es inexistente y, para afianzarse en la tercera plaza, limitado. Para pensar en lo primero, que es en lo que hay que pensar siempre hasta que las matemáticas indiquen lo contrario, la victoria es imprescindible. Para lo segundo, lo fundamental es no perder. Pero, en cualquier caso, para una cosa o la otra, el Sevilla tendrá que dar una imagen muy diferente a la ofrecida como visitante en Liga o en el Juventus Stadium, donde su apatía y falta de entereza le han hecho ser un equipo vulgar lejos del Sánchez-Pizjuán. Sólo el Sevilla que deslumbró y mereció puntuar en el Etihad Stadium, sólo esa versión, puede tener posibilidades de éxito en el Borussia-Park.
La irregularidad que está mostrando el equipo nervionense, fuerte en casa pero muy débil como visitante, contrasta con la línea sólida de resultados y juego que proyecta el Borussia Mönchengladbach desde que André Schubert se hizo con las riendas del equipo, tras la dimisión de Lucien Favre. En concreto, en la Bundesliga, el Gladbach, que comenzó perdiendo los cinco primeros partidos, ya es quinto, encadenando una racha de ocho partidos sin perder, con siete victorias y un empate. En Liga de Campeones, además, vendió muy cara su piel ante el City, que sólo le pudo ganar en el descuento, y empató con la Juve tanto en Turín como en casa. No tiene nada que ver, por tanto, el Borussia que espera este miércoles con el que visitó Nervión hace poco más de dos meses. En definitiva, una derrota en sus últimos once partidos.
El Gladbach, enrachado en la Bundesliga, es otro desde que cambió de entrenador
Buenos recuerdos en Alemania
No es mala tierra, Alemania, para el Sevilla FC, que casi siempre ha salido victorioso en sus cruces con conjuntos teutones, perdiendo sólo en dos ocasiones. La primera, en la eliminatoria disputada en octavos de UEFA, en la 82/83, ante el Kaiserlautern, a quien se derrotó en casa 1-0, pero contra quien se perdió en la vuelta 4-0. Después de eso, casi todo ha sido coser y cantar frente a rivales germanos, a excepción de la eliminación de la Europa League en la 11/12 frente al Hannover 96.
Sin embargo, el balance es mucho más positivo que lo contrario: Victoria ante el Alemannia Aachen en casa en la 04/05, victoria en la eliminatoria contra el Mainz, con triunfo como visitante, victoria en las semifinales ante el Schalke, victoria en UEFA en la 08/09 ante el Stuttgart, victoria nuevamente contra el Stuttgart, a domicilio, en Liga de Campeones en la 09/10, victoria en Dortmund en la 10/11, victoria en la temporada pasada en el doble duelo contra el Gladbach y victoria, de nuevo ante el Gladbach, el pasado 15 de septiembre, en el estreno de la actual fase de grupos.
En 2015 el Sevilla FC ha derrotado tres veces, de tres posibles, al Borussia
En definitiva, 17 choques ante conjuntos alemanes, con 10 victorias, 5 empates y únicamente 2 derrotas. Como visitante, el saldo también es favorable, con cuatro victorias, un empate y dos derrotas.
Mucho juego, pero poco gol
Si el Sevilla FC tiene que explotar un arma ante el Borussia es la pizarra, una faceta a la que en esta campaña todavía no le ha sacado todo el rendimiento que podría y con la que le puede hacer mucho daño al Gladbach. Dos de los seis goles recibidos por los alemanes han sido por saques de esquina. Además, han cometido hasta cuatro penaltis. Todo esto evidencia que el rival alemán atrás tiene carencias más que aprovechables, aunque su principal rémora está arriba. El Borussia es el equipo que menos porcentaje de acierto de gol tiene de toda la competición, con un pobre 5,7, muy por debajo del 15,6 nervionense. El conjunto de Schubert, de hecho, es el segundo menos realizador del torneo, con sólo dos tantos a favor.
Un 70 por ciento de posesión no le valió para ganar a la Juve
El Borussia es un equipo que toca y juega, que domina, que genera ocasiones, pero que falla a la hora de definir los encuentros. Eso es lo que le ha ocurrido en todos sus partidos de Liga de Campeones, a excepción del disputado en el Sánchez-Pizjuán, donde remató la mitad que el Sevilla y sólo disparó una vez a portería. Una buena muestra de la poca productividad del conjunto alemán se ve con claridad en su último partido ante la Juve. El Gladbach sometió a los italianos, con un 70 por ciento de posesión, 21 remates, el doble de disparos entre los tres palos y un 87 por ciento en acierto en el pase. Toda esa batería de datos asombrosos se tradujo únicamente en un gol, que a la postre fue insuficiente para derrotar al actual campeón de la Serie A.
Muy difícil, pero...
El Sevilla se juega sus pocas opciones de estar en octavos, en definitiva, ante un rival que está claramente al alza y que buscará resarcirse contra los andaluces de su pésima racha en Europa en 2015, año en el que no ha ganado ninguno de los seis partidos continentales que ha disputado, habiendo perdido tres de ellos precisamente ante el conjunto nervionense. Pero el equipo de Unai, si luce con su versión competitiva y muestra la pegada que en este curso sólo enseña en casa, está más que capacitado para salir airoso de la difícil atmósfera que le espera en el Borussia-Park. La fórmula, de hecho, está en el partido de la pasada temporada, cuando se derrotó 2-3 a un Gladbach incisivo y apabullante, que sin embargo pereció por las contras mortales de los hispalenses. Ganando y esperando que el City eche un cable en Turín, el Sevilla podría llegar vivo a la última jornada de la fase de grupos.
Muy complicado, demasiado. Es más, sólo un equipo de los 39 que sumaban tres puntos con cuatro jornadas disputadas en la fase de grupos logró pasar a octavos de final. Fue el Stuttgart, en la 09/10, que se clasificó como segundo en un grupo que lideró curiosamente el Sevilla. Muy complicado, sí, pero este Sevilla ya ha demostrado en sobradas ocasiones que en Europa es capaz de todo y que hasta pasado el minuto 90, ya sea en la frialdad de Donetsk o en la primavera del Turia, es capaz de lograr cualquier cosa.