Incapaz, sin la fluidez que le ha hecho estar arriba en la tabla y adoleciendo de la pegada que ha resuelto tardes similares, e incluso peores, en la presente campaña, el Sevilla FC no pudo pasar del empate ante el Sporting de Gijón. Lo encerró y lo tuvo a su merced, pero no tuvo la fluidez ni la contundencia que requiere un triunfo que se resiste ya desde hace cinco jornadas.
Regresaba el fútbol tras un parón demasiado largo. El Sevilla lo esperaba con avidez, después de las malas sensaciones que dejó la visita al Vicente Calderón. Domingo de Pasión soleado, doce de la mañana... El cuadro era el idóneo para pensar en grande, pero el equipo de Jorge Sampaoli dejó constancia que no atraviesa su mejor momento y pese a buscar el triunfo y ser dominador absoluto del juego, no tuvo la frescura necesaria para desarmar al rocoso Sporting, que jugó al empate y logró su objetivo con nota.
El Sevilla, lento y previsible en la primera mitad, no puso en aprietos al Sporting hasta la reanudación
En realidad pocos peros se le pueden poner al Sevilla en lo que actitud respecta. El equipo salió metido y salvando con limpieza la fuerte presión que proponían los asturianos. Sin embargo, la primera mitad transmitió mucha frustración porque aunque la intención existía en el Sevilla todo era tremendamente previsible y cuando Nasri o Ben Yedder se ponían de gol escogían la peor de las opciones para resolver.