El partido en el primer tiempo fue farragoso, muy trabado, con pocos espacios. Era una lucha de poder a poder, repleta de contacto físico, un terreno en el que el Atlético es posiblemente el mejor equipo de España, pero en el que el Sevilla se desempeñó con sobresaliente rendimiento. La instensidad, sin embargo, era medida de distinta forma en lo que a tarjetas respecta. Pero ni con amarillas absurdas, como la primera de Llorente, agachaban la cabeza los nervionenses, que incluso con la media hora de juego cumplida tuvieron la ocasión más clara de la primera mitad. Escudero aprovechó un resbalón de Gabi, se metió en el área, dio un pase atrás a Banega y el argentino remató al larguero, después de que Saúl tocara ligeramente.
Al descanso la sensación era que el Sevilla estaba muy metido, que sabía lo que se hacía, firme, con mucho carácter. Defendía bien, pero en ataque también se mostraba. En la reanudación el Atlético buscó dar una vuelta a un choque en el que estaba estancado. Salió Carrasco por Augusto Fernández, con el fin de ganar chispa en ataque. Y la ganó, porque el belga por la izquierda comenzó a generar peligro. Sin embargo, la defensa estaba muy fuerte. Carriço y Rami, excepcionales, mandaban con autoridad y cuando las cosas se ponían feas aparecía el mejor Sergio Rico. El choque estaba en un pañuelo cuando llegó la jugada fatídica. Vietto, escorado en la izquierda, sorteo a Coke, enfiló al área por la línea de fondo, pero se encontró con Vitolo, que tenía amarilla. En la jugada difícilmente se aprecia falta, más bien teatro del atacante. Pero Igesias Villanueva pita y echa a Vitolo, provocando un monumental enfado de Unai Emery, que también se va a la calle.
La injusta expulsión de Vitolo condicionó un partido, que por momentos se puso imposible
Con uno menos el partido cambia abruptamente, porque el Sevilla no tiene otra que replegarse y casi renunciar al ataque. Gameiro salió por Llorente para buscar con velocidad alguna contra que pudiera darse. Pero el partido era para sufrir más que lo contrario. Simeone sacó a Jackson y a Correa. Krychowiak, otro que jugó un partidazo, no hacía más que ganar balones dividos. El partido estaba emocionante y a quince del final una genialidad de Banega puso al francés de gol, que a punto estuvo de hacer la machada. Cristóforo por el argentino fue el último cambio, con el fin de tapar mejor la derecha, desguarnecida tras la expulsión de Vitolo. Los diez minutos finales fueron sufridos, pero el Sevilla lució sólido y tiró de jerarquía de grande para resistir las embestidas, sobre todo por arriba, donde la batalla fue colosal. Sergio Rico, que no tardó en ver tarjeta, resolvió bien y se creció ante el ambiente adverso. Y así, sufriendo con carácter, posiblemente el Sevilla más aguerrido de la temporada terminó de amarrar un punto que si en la previa podría ser valioso, tal y como se dio el encuentro, jugando media hora con uno menos ante el equipo más físico de la Liga, no cabe otra que calificarlo de valiosísimo. Todo ello, con la duda de qué hubiera pasado si Vitolo hubiera podido jugar esa media horita que le quitaron.
FICHA DEL ENCUENTRO
0. ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe Luis; Saúl (Jackson Martínez, minuto 76), Augusto Fernández (Carrasco, minuto 46), Gabi, Koke; Griezmann y Vietto (Correa, minuto 79).
0. SEVILLA FC: Sergio Rico; Coke, Rami, Dani Carriço, Trémoulinas; Krychowiak, N'Zonzi; Vitolo, Éver Banega (Cristóforo, minuto 76), Escudero (Krohn-Dehli, minuto 55); y Fernando Llorente (Kevin Gameiro, minuto 70).
ARBITRAJE: Iglesias Villanueva, gallego. Expulsó por doble amarilla a Vitolo y a Unai Emery. Amarillas para Augusto Fernández, Fernando Llorente, Carrasco, Dani Carriço, Sergio Rico, Correa y Filipe Luis.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 21. Estadio Vicente Calderón.