El reto está ahí. El Atlético de Diego Simeone es hoy por hoy el rival más duro y rocoso que pueda encontrarse enfrente este Sevilla en alza de Unai Emery que vuelve por donde se le espera en los meses decisivos de la competición. Magnífica piedra de toque y reto ilusionante donde los haya en la nueva visita al Calderón, lugar donde los nervionenses debe mostrar su recuperada solvencia y su gen competitivo. Más aún cuando su bagaje fuera de casa no está siendo acorde a su potencial. Una racha difícil de romper este domingo -aunque no imposible- en un estadio tan fortín como Nervión, pero perfectamente abordable si la propuesta es seria. Un dato significativo del cuadro colchonero en casa es que, excepción hecha de la única derrota ante el Barcelona (1-2) y el empate del Real Madrid (1-1) ha ganado las 7 restantes citas, aunque todas sin ninguna holgura: cuatro por 1-0, dos por 2-1 y 2-0 ante el Getafe.
El Atlético es fuerte en casa, pero 6 de 7 victorias han sido por la mínima
Los de Simeone atesoran una tremenda eficacia ante el gol, marcando en todos los partidos ligueros, excepto en dos solamente en Villarreal y Málaga. Pero sobre todo su secreto a voces es una solidez en defensa fuera de lo común; sólo ha encajado 8 goles en todo el torneo, 5 de ellos en propio feudo. Su valladar Oblak se ha erigido en el muro más impenetrable de los madrileños, sin errores que significan goles y acumulando 13 partidos invicto de los 20 disputados, pese a más de 200 remates recibidos. Su producción ofensiva es similar a la del Sevilla (30 goles por 28), sumando su artillero Griezmann 12 dianas por 11 de Gameiro; similares también sus números de remates a puerta (24 por 23). La clave pues es la solidez defensiva: los atléticos han encajado casi tres veces menos goles (8 por 22) que los sevillistas.
Con Griezmann (12) y Gameiro (11), los goles encajados (8-22) marcan la diferencia