El Sevilla FC ha dado un importante paso hacia el objetivo de llegar a los octavos de final de la Liga de Campeones. Ganar al Olympique de Lyon era requisito casi indispensable para aspirar a las dos primeras plazas del grupo y el conjunto de Sampaoli cumplió con creces. En el marcador ganó por la mínima, pero la victoria fue mucho más abultada en lo que a sensaciones y méritos respecta. Porque el Sevilla jugó una segunda parte primorosa, se desató y sacó todo el potencial que tiene dentro y que hasta el momento sólo ha exhibido a ratos. El Sevilla fue un rodillo que arrasó al Olympique al que pudo golear si hubiera estado más acertado en el remate, pues se dio el lujo incluso de fallar un penalti.
La victoria ante el Olympique fue ajustada en el luminoso, pero la superioridad del Sevilla resultó mayúscula. Y eso que no comenzó bien, pese a que Jorge Sampaoli sacó un once ofensivo, con dos delanteros y Nasri, Vitolo y Franco Vázquez sobre el campo. Demasiado espeso, el Sevilla en el primer acto apenas pudo desarmar el orden de los galos, que de hecho llegaron más y pusieron en serios aprietos a Sergio Rico. No eran buenas las vibraciones al descanso, pero algo tuvo que pasar en el vestuario local porque el equipo que salió en la segunda mitad fue otro.
Después de una primera parte plana, tras el descanso el Sevilla salió embalado y pudo golear